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jueves, 12 de julio de 2012

PARA REFLEXIONAR

Aunque la época estival es propicia para desconectar y relajarse, no hay que dejar de reflexionar. Estamos perdidos si nos alelamos con largas tardes de letargo, telebasura, best sellers y sol en exceso. Todo eso está muy bien, claro, pero es importante también alimentar nuestra mente con buenos libros, por ejemplo. El último que he leído es "Nada", de Janne Teller. Una de esas lecturas que no te deja indiferente y que te hace, sin duda, pensar. Mucho. Sobre cómo nuestros miedos nos llevan al límite. Sobre lo que somos capaces de hacer en determinadas circunstancias. Sobre las convenciones. Sobre las cuestiones fundamentales de qué sentido tiene la vida y cuál es nuestro papel en este mundo. Las respuestas que da la autora vienen a través de un camino duro y escabroso que recorren los protagonistas, unos chicos de catorce años que perderán su inocencia en una serrería abandonada.
Con una prosa directa de frases cortas y un argumento sencillo, Teller logra crear una atmósfera intrigante cuyo mayor acierto es la profundidad que subyace en el tratamiento del tema.
Un libro que te atrapa desde la primera página y que, al terminar, deja un resquicio de luz y esperanza. Y, sobre todo, un amplio campo para reflexionar.
En cuanto a la polémica de si es adecuado como lectura en los institutos, creo que no debemos ser hipócritas. Que es una lectura dura es cierto, pero no menos que la última película de la cartelera o el último videojuego de moda, por no hablar de la bazofia de algunos programas televisivos o los contenidos de la Red, a todo lo cual los adolescentes acceden tranquilamente. Al leer, sólo nuestra imaginación nos proporciona las imágenes. Por lo demás, no veo nada malo en suscitar en los jóvenes una reflexión que todos, tarde o temprano, se plantearán en la vida.
CDR

1 comentario:

  1. Por supuesto que puede leerse en los institutos, que reflexionen, que imaginen, que cuestionen. Falta les va a hacer ante el futuro que se avecina.
    Tati.

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