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domingo, 21 de octubre de 2012

APATÍA

No sé qué es peor, si la ignorancia que ayer comentaba o la apatía a la que hoy me refiero. No sé si una conlleva a la otra, viceversa, o si no tienen relación alguna. Sólo sé que ambas características son indeseables en una persona. Y, aunque nadie es perfecto, mejor si entre nuestros defectos no se encuentra ninguno de estos dos.

Porque resulta desazonador la dejadez, indolencia, falta de energía de algunas personas. Si son jóvenes, además, es realmente preocupante. ¿Qué futuro nos espera en manos de una juventud impasible ante la vida? Que me perdonen aquellos chicos y chicas estudiosos, responsables, comprometidos, cabreados, alegres, con un objetivo claro. No tengo más remedio que generalizar, como siempre, con la injusticia que ello conlleva.

Y es que hay tantos jóvenes a los que no mueve nada, como si todo fuera un gran aburrimiento, como si nada valiera la pena, como si nada sirviera para nada. Como si estuviesen anestesiados. Es muy triste que, en años de plenitud, pierdan el tiempo sin motivaciones ni ilusiones. Estudiar les hastía, trabajar les cansa, leer no les apetece, pensar les da dolor de cabeza, ayudar en casa no les corresponde... Ningún plan les parece suficientemente atractivo, simplemente ven pasar las horas sin darse cuenta de que no hay marcha atrás, sin valorar que muchos quisieran el tiempo precioso que ellos malgastan, sin entender que vivir es algo más que respirar, comer y dormir.

Por favor, despertad, poneos las pilas, moveos. Mirad a vuestro alrededor y descubrid las mil cosas que hay por hacer, por aprender, por sentir, por vivir. No dejéis que los demás hagan por vosotros, porque finalmente acabarán pensando y decidiendo por vosotros. Y cuando queráis cambiar esto será demasiado tarde.

Dejad a un lado vuestra indiferencia. Atizad vuestro ánimo. No vayáis de rebeldes sin causa y de anti-todo. Buscad causas para ser rebeldes y sed anti lo que de verdad creáis necesario serlo. No sigáis paralizando todas vuestras potencialidades, creced y realizaos.

La apatía es la solución más fácil, pues parece postergar eternamente las decisiones, las acciones, pero es momentánea y engañosa. Sin embargo, el trabajo, el esfuerzo dan frutos duraderos, satisfactorios y personales. Probadlo.

CDR

2 comentarios:

  1. Muy buenos consejos das a todos esos jóvenes. ¡Qué triste ser apático e indiferente ante todo!
    Tati

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