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miércoles, 20 de febrero de 2013

UTOPÍA

En este tiempo de convulsiones políticas, quizá cabría plantearse la posibilidad de un cambio radical. Me refiero, por ejemplo, a algo así como lo propuesto por Gioconda Belli en su novela, El país de las mujeres, donde nos muestra un gobierno exclusivamente femenino. Claro que para que ello fuese posible lo primero que necesitaríamos es un partido cien por cien mujeril que se presentase a elecciones.

Pero imagínenselo por un momento: al menos, sería algo inédito, algo que no hemos probado. Tal vez lo que necesitamos sea precisamente cierta dosis de erótica, de intuición, de sensibilidad en quienes manejan el poder. Que su objetivo sea la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos, así como las madres buscan el de sus hijos, las esposas el de sus maridos. Es de suponer que, en principio, los hombres se sentirían desplazados, pero ¿cuántos siglos nos hemos sentido así nosotras? Es más, ¿estamos totalmente integradas en la sociedad?
Sí es cierto que existen políticas de igualdad o de paridad, aunque no lo es menos que algunas mujeres no cobran lo mismo que sus homólogos en iguales trabajos, la violencia de género aumenta sus cifras cada año; y estos datos solo en España. Si nos trasladamos a otros países, la situación de la mujer es mucho peor. En pleno siglo XXI, la mujer se ha adaptado al mundo, sin embargo ¿se ha adaptado el mundo a la nueva condición de la mujer?
Hasta aquí la reflexión sobre un posible cambio político (egoístamente, pienso en nuestro país) por medio de un gobierno femenino. Pero, ¿no es verdad que cada vez hay mayor número de mujeres en el Ejecutivo e incluso a la cabeza del poder en algunas autonomías. ¿Y existe por ello menos corrupción, menos crisis, menos desempleo? Desgraciadamente no.
Es posible entonces que la utopía pase por una limpieza general de la clase política, varones y féminas, y empezar desde cero. Con gente, varones y féminas, honesta, sincera, sencilla, comprometida, consecuente... De ilusiones también se vive, ¿no?
CDR

2 comentarios:

  1. Vivamos de esa ilusión y esperemos que algún día se cumpla.
    Tati.

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  2. Dejémonos de zarandajas, las mujeres ya "reinan" en este mundo, otra cosa es que muchos no lo vean... Particularemente, hace mucho, mucho tiempo que soy consciente de ese hecho y podría nombrar ejemplos, y ejemplos cercanos, muy cercanos y válidos... Pmd

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