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miércoles, 10 de julio de 2013

PALABRAS FEAS

Hasta ahora creía que las palabras eran hermosas en sí, en tanto que sirven para materializar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, lo que vemos... Sin palabras no seríamos nada, o al menos no lo que somos, y siempre he defendido que las palabras no tienen sentidos negativos, sino que son las bocas que las pronuncian, los oídos que las escuchan, las sociedades que las pervierten, los culpables de que existan vocablos negativos, peyorativos, despectivos.

No podemos olvidarnos de la connotación, mecanismo semántico que carga de significado subjetivo las palabras. Pues si la palabra "sol" significa "estrella luminosa, centro de nuestro sistema planetario", también puede inspirar connotaciones positivas, como "alegría"o "vacaciones", o bien negativas, como "trabajo duro", "calor", dependiendo de las circunstancias, los hablantes, etc.

Es decir, en principio las palabras no son más que unidades de la lengua que sirven para comunicanos. Además, la relación que existe entre el significante (o cadena de grafías que las componen -s,o,l-) y el significado es totalmente arbitraria.

Por tanto, y más como filolóloga, no existen razones objetivas para tomar manía a ciertas palabras. Sin embargo, en los últimos tiempos me parece que hay en nuestro léxico una cantidad considerable de palabras feas.

Ellas no tienen la culpa, desde luego, y soy consciente que de no es la palabra como tal lo que es feo sino lo que designa. También que depende mucho del momento que estoy viviendo y que esas palabras siempre han estado ahí, ajenas para mí, afeando las vidas de otras personas.

Ni siquiera voy a nombrarlas aquí. Ojalá pudiera borrarlas del vocabulario o cambiarles el significado, liberarlas de esa pesada carga de referirse a cosas tan feas, que duelen tanto.

CDR

3 comentarios:

  1. Querida bloggera, las palabras, como bien dices, son hermosas en sí; a veces, nos juegan malas pasadas, pero eso también lo superamos.
    Sin duda, tú sigue reuniendo tan hermosas historias con ellas, que nosotros las disfrutaremos.
    Pmd.

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  2. Participamos de las palabras, las utilizamos, disfrutamos de ellas, por lo tanto, unas veces nos darán alegrías y otras penas.
    Igual pasa con los hijos. Algún día lo comprobarás.
    Tati.

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  3. A veces cuando se juntan palabras o letras como una celestina amores, no siempre salen bien y si a eso le añades significados seguro que encuentras palabras, que podrían ser bonitas por sonoridad o grafía, con significados feos y al revés o incluso que cambien significados en otros lugares del universo de nuestra lengua y resulten totalmente diferentes. Las palabras son un juego a disposición del pensamiento para que las utilice como quiera. Seguro que Rayuela lo entendería.

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