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domingo, 26 de enero de 2014

PIES

Poco considerados. La parte más humilde del cuerpo. Incluso cuando algo sale mal, decimos ¿se habrá hecho con los pies? Con fama de ser feos y de oler mal. Los pobres van ahí abajo soportando nuestro peso, zapatos incómodos, pocos cuidados en general.

Pero en los pies se encuentra la cuarta parte de los 206 huesos que sostienen el cuerpo. Y esa estructura se mantiene, paso a paso, nada más y nada menos que los 400.000 kilómetros que recorremos de media en nuestra vida. Así que, de insignificantes nada.

A lo largo de la evolución han perdido puntos, eso sí, pero no es su culpa. Desde que nuestros antepasados comenzaron a caminar sobre dos piernas, los pies se han reservado para el movimiento, quedando menguadas destrezas que antes poseían.

Algo más reconocidos lingüísticamente, pues los pies han dado pie a numerosas expresiones que los resarcen de su pequeñez.

Una buena forma de bajar el nivel de contaminación que asfixia al Planeta es ir a pie más a menudo. Los pies son fuertes.

Cuando algo se expresa de forma literal, sin añadir ni quitar nada, se dice al pie de la letra. Así es como se deben cumplir las promesas, no a medias.

Hay quienes creen a pies juntillas, sin discusión, lo que les dicen. Aunque cada vez quedan menos, digo yo, dadas las circunstancias.

Ya quedó antiguo eso de besarle los pies a alguien. Faltaría más que no fuésemos todos iguales ante la Justicia.

Porque no es justo que algunos caigan siempre de pie y otros vayan arrastrándose toda su vida.

¿No es cierto que no hemos sido los ciudadanos de a pie los que hemos ocasionado gastos excesivos, es decir, comerles por los pies a las arcas del Estado?

Es que así es difícil no ir, año tras año, con mal pie.

Al final, las numerosas situaciones sangrantes darán pie a una revolución social, sea como sea. Nos han puesto en pie de guerra y poco a poco vamos sacando los pies de las alforjas.

Porque no es que no den pie con bola, que al menos sería por ignorancia o aturdimiento, es que actúan de mala fe, bajo manga y en contra de nuestros intereses.

A ver si de una vez llegan a las listas electorales políticos de verdad, de los pies a la cabeza. Para que podamos votarles.

Mientras, solo nos queda seguir en pie. E intentar pararles los pies, que no nos pisoteen más.

CDR

2 comentarios:

  1. Podemos cortarles los pies, en vez de corlarles los vuelos, o mejor, las dos cosas.
    Tati.

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