Segundo día de junio, avanza el año, la primavera, de cara al buen tiempo. Y siempre es buen momento para coger un libro y disfrutar, desconectar de lo que nos rodea. En esta ocasión, una historia casi de ciencia-ficción, aderezada sin embargo con elementos de lo más reales. No es la más reciente de la autora, pero vale la pena si aún no la conocen.
A
estas alturas, Rosa Montero (Madrid, 1951) no necesita presentación. Su nombre
es garantía de trabajo bien hecho, tanto en periodismo como en literatura, y
así lo avala su prestigiosa carrera, constante y merecidamente reconocida. En
la actualidad es asidua colaboradora del periódico El País; además, destaca por su amplia producción narrativa. Como
ella misma reconoce, no le gusta anquilosarse en un registro y así nos
sorprende con esta novela mezcla de ciencia ficción y género negro. Lágrimas en la lluvia (2011) debe su
título a la mítica película Blade Runner,
de Ridley Scott, a modo de homenaje. La acción se sitúa en el Madrid del
futuro, dentro de unos cien años, y nos cuenta una historia sobrecogedora que
habla de temas como el miedo a la muerte, la necesidad del otro, la propia identidad,
la corrupción política o la ética individual. Temas universales, inherentes a
la existencia en todos los tiempos.
La protagonista de esta historia,
Bruna Husky, es una detective contratada para investigar la misteriosa oleada
de muertes de replicantes, que parecen estar volviéndose locos. La solitaria e
inadaptada heroína se verá envuelta en una trama mundial que pretende cambiar la Historia de la Humanidad. El entorno social se
vuelve cada vez más inseguro. Todos los individuos del planeta se hallan en
peligro y los replicantes, creados por los seres humanos para su propio beneficio,
han dejado de ser útiles y se convierten en el chivo expiatorio de esta
conspiración. Sólo los seres marginales, como la propia Bruna, el archivero
Yiannis, o Maio, parecen conservan la razón en medio del caos. Con este telón
de fondo, plagado de intrigas y traiciones, lo que verdaderamente resalta es la
fuerza arrolladora de Husky en contraposición con su fragilidad interior.
Torturada porque conoce el momento exacto de su muerte y porque sabe que sus
recuerdos son fruto de una memoria artificial, nos hace pensar en qué medida
nuestra memoria humana es igualmente falsa. Al fin y al cabo, los recuerdos
simulan la realidad.
Este mundo imaginado por Rosa
Montero nos presenta un futuro coherente y poderoso, por medio del cual podemos
reflexionar sobre el nuestro propio y hacia dónde caminamos. Se confirma con
este libro que la buena ciencia ficción no está apartada de la realidad, sino
que más bien profundiza en ella a través de metáforas que pueden explicar la
esencia de la misma. Leyendo Lágrimas en la
lluvia reconocemos una ciudad real, unas calles existentes, unos personajes
verosímiles con los que nos sentimos identificados. Dueña de una prosa fluida,
hábil y nada artificiosa, Montero ha escrito una historia de supervivencia, de
búsqueda, que nos muestra la fuerte ilusión de vivir, a pesar de que la sombra
de la muerte acecha a nuestras espaldas.
¡Feliz lectura!
CDR
Pues, a leer.
ResponderEliminarTati.
Escelente propuesta, muy recomendable lectura, como casi todo, por no decir todo, de Rosa Montero. Gracias, bloggera. Pmd.
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