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lunes, 10 de septiembre de 2012

JITANTÁFORAS

Hoy he decidido rescatar de entre la magnitud de los recursos literarios a la olvidada jitantáfora para ilusionarla por unos instantes con que a alguien le importa.

La jitantáfora, además del bonito nombre que tiene, consiste en conseguir resultados eufónicos con la alteración de palabras adyacentes mediante el intercambio de sus terminaciones. Es decir, jugamos con las palabras hasta que las despojamos de sus implicaciones conceptuales y afectivas -por tanto, de significado- para dotarlas a cambio de una gran belleza sonora. El término fue acuñado por el escritor mexicano Alfonso Reyes (en 1929), tomado de unos versos del cubano Mariano Brull, de su poema "Leyenda." Lo reproducimos aquí para que se hagan una idea de qué estamos hablando:

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveolea jitantáfora
liris salumba salífera.

Olivea oleo olorife
alalai cánfora sandra
milingítara girófora
ula ulalundre calanda.

Aunque se han encontrado muestras estilísticas en la poesía popular que se podrían considerar jitantáforas, esta figura fue utilizada especialmente por los poetas vanguardistas, en su afán de ruptura y de vacuidad de contenido. Vicente Huidobro, iniciador del Creacionismo, escribió en su Canto IV de Altazor:

(...)
Viene golondeando la golondrina
al horitaña de la montazonte.
La violondrina y el goloncelo,
descolgada esta mañana de la lunala,
se acerca a todo galope.
(...)

Uno de los poemas jitantafóricos que más me gustan es el siguiente, de José Manuel Marroquín (Bogotá, 1827-1908), que expresa el sinsentido del enamoramiento, el trabamiento de lengua que nos provoca. Disfrútenlo:

Ahora que los ladros perran,
ahora que los cantos gallan,
ahora que albando la toca
las altas suenas campanan;
y que los rebuznos burran
y que los gorjeos pájaran
y que los silbos serenan
y que los gruños marranan
y que la aurorada rosa
los extensos doros campa,
perlando líquidas viertas
cual yo lágrimo derramas
y friando de tirito
si bien el abrasa almada,
vengo a suspirar mis lanzos
ventano de tus debajas.
Tú en tanto duerma tranquiles
en tu rega camalada
ingratándote así burla
de las amas del que te ansia.
¡Oh, ventánate a tu asoma!
¡Persiane un poco la abra
y suspire los recibos
que esta pobra exhale alma!
Ven, endecha las escuchas
en que mi exhala se alma
que un milicio de musicas
me flauta con su compaña,
en tinieblo de las medias
de esta madruga oscurada.
Ven y haz miradar tus brillas
a fin de angustiar mis calmas.
Esas tus arcas son cejos
con que flechando disparas.
Cupido peche mi hiero
y ante tus postras me planta.
Tus estrellos son dos ojas,
tus rosos son como labias,
tus perles son como dientas,
tu palme como una talla,
tu cisne como el de un cuello,
un garganto tu alabastra,
tus tornos hechos a brazo,
tu reinar como el de un anda.
Y por eso horo a estas vengas
a rejar junto a tus cantas
¡y a suspirar mis exhalos
ventano de tus debajas!


Y para que no crean que los poetas españoles no supieron recoger el testigo de este sonoro recurso, aquí un ejemplo del cordobés Juan Morales Rojas (1918-1991), el poema "Parto de palabras (II)":

Al alhiguí, cholita.
Al maripún, castaña.
Al rosicler que tiñe
de inquieto amor tu cama.
Al varipán, venusa;
al carraclan, acacia;
al mirabó, mi hembrita;
soy macho en el dios brama.
Al marifrú, la novia;
al labiobeso, gasa.

(En el jardín un surco
luz de sol enterrada…)
Al jeroglí, silencio;
al pinorol, la pausa;
al pinocampo un pardo
secreto en la palabra…

(No te asombres: tampoco,
amigo, entiendo nada;
pero me he divertido
con esta jitanjáfora.)


Como ven, las palabras no tienen nada de aburrido.

CDR

2 comentarios:

  1. Jitantáfora , que eres una jitantáfora. Preciosa entrada sobre el valor de las palabras y el lenguaje.
    Pmd.

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  2. Hace casi 30 años hice un taller de poesía en el que disfruté y aprendí a jugar con las palabras, a 'musicarlas' sin música. En ese taller, que posteriormente yo acerqué a mis alumnos, trabajamos la jitanjáfora. Me ha gustado recordarla.
    Entre este blog y el de la biblioteca del Albujaira me estoy culturizando que no veas. Gracias.

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