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lunes, 31 de diciembre de 2012

MOMENTOS

Es habitual, cuando acaba un año, recopilar los momentos más destacados del mismo. No hay informativo ni programa que se resista a hacerlo. Desgraciadamente, abundan los momentos negativos, trescientos sesenta y cinco días llenos de malos recuerdos, sobre todo para aquellas personas a quienes les ha tocado protagonizarlos.

En esta noche vieja que se acerca inexorablemente, queremos desde este blog ofrecer un toque de optimismo, animando a todos sus seguidores a que hagan su particular colección de esos instantes únicos que, sin duda, habrán vivido en este 2012.

En un año de elecciones históricas, de crímenes, de accidentes, de saltos estratosféricos, de juegos olímpicos, de muertes de artistas clásicos, de catástrofes naturales... nosotros aspiramos a seguir construyendo nuestra propia historia a base de hechos modestos a gran escala, pero tan gratificantes a nivel personal. Hagan la prueba.

Para mí, por ejemplo:

Empezar el 2012 con toda la familia reunida.

Volver al trabajo y reencontrarme con buenos amigos.

Las Bodas de Plata de mi hermana y mi cuñado.

La Comunión de mi sobrina.

El arranque de este blog.

Apoyo incondicional de mi gente cuando me desplazaron.

Un verano tranquilo.

La llegada de Foster.

Ver publicado mi primer relato.

La salida de mi padre del hospital.

Trabajar en lo que me gusta.

Volver a casa cada día.

Caminar por el monte.

El viaje a Córdoba.

Ratos de risas, buen vino y buenísima compañía.

Besos y abrazos.

La llegada de Chico.

Despedir el año con la familia reunida.

La ilusión de seguir adelante, pese a todo.

¡FELIZ 2013!



CDR

domingo, 30 de diciembre de 2012

ALTERACIÓN DE LA DIVISIÓN CELULAR

O lo que es lo mismo: cáncer.

A la investigación de esta enfermedad se dedica Tim Hunt, que recibió el Nobel de Medicina en 2001 por el descubrimiento de las ciclinas, enzimas que controlan la división celular.

Hoy he tropezado casualmente con una entrevista a este bioquímico británico y, aunque el tema resulta muy interesante, desde luego, confieso que he leído el artículo por un resalte textual que decía: "Toda mi vida me ha molestado tener demasiado dinero o que me paguen mucho. Hay que ser pobre y honesto." No me dirán que no llama la atención tal comentario en el actual contexto.

Resulta que, en plena guerra (1943), el pequeño Tim nació en una familia pobre, que pasaba hambre; su madre lo educó en la austeridad y el arte de hacer malabarismos para subsistir. Y no se le ha olvidado la lección. Lo cual también es sobresaliente, porque no cuadra con la mentalidad predominante de medrar a costa de lo que sea. Una vez arriba, es difícil mantener los pies en el suelo y recordar de dónde procedes. Tim Hunt lo recuerda a pesar de formar parte del selecto club de los Nobel. Ahora que está a punto de retirarse, el inglés se siente feliz de haber sido libre, responsable sólo ante sí mismo.

Dicho lo cual, me parece que este señor es digno de admiración. Además de por su labor para combatir una de las enfermedades más temibles que nos acechan. Con un sentido del humor envidiable, Hunt reconoce que todos hemos de morir, si bien él no elegiría el cáncer, aunque tampoco la demencia senil; preferiría un fulminante ataque al corazón. Más en serio, también afirma que la quimioterapia no es ideal, ni demasiado efectiva para tratar el cáncer, puesto que afecta a todas las células y no sólo a las enfermas, ocasionando los múltiples efectos secundarios que todos conocemos. Sin embargo, es necesario probar para avanzar, aunque aconseja que lo mejor es la prevención.

Finalmente, según Hunt, ganaremos la batalla.

CDR

viernes, 28 de diciembre de 2012

INOCENTES

Hoy se celebra el día de los Santos Inocentes, en recuerdo de la horrible matanza de bebés que perpetró el rey Herodes en Belén para deshacerse del anunciado Rey de los Judíos que había nacido por esas fechas. Si bien este hecho nada tiene de gracioso, tampoco existen evidencias históricas de que realmente sucediera, ni de que fuera precisamente ese día, así que con el paso de los siglos se ha convertido en una celebración pagana, con bromas diversas, llamadas "inocentadas".



Desde luego, todo queda en un hecho simbólico, porque literalmente, cada vez quedan menos inocentes (personas y cosas) por ahí:

Libres de culpa.

Cándidos, sin malicia.

Que no daña, que no es nocivo.

Niños que aún no han perdido la ingenuidad.

De la última acepción, ignorantes, aún abundan.

CDR

jueves, 27 de diciembre de 2012

ELOGIO DE LO BREVE


Bien conocida es la sentencia de Gracián “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. No es aplicable a todo, desde luego, hay cosas extensas, maravillosas. Pero la brevedad es indispensable en las paremias, enunciados concisos y directos que nos mueven a la reflexión. Si nos detenemos a pensar en ello, nos daremos cuenta de que en poquísimas palabras se puede condensar toda una ideología, una enseñanza vital que siempre nos será útil.

Como dijo Voltaire, “Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males”. Bien sean aforismos, adagios, refranes, citas o proverbios, estos pensamientos nos aportan cultura, sabiduría, experiencia y consejo. ¿Quién no ha echado mano de esta cura alguna vez? Al menos, nos alivia su aplicación universal e igualatoria.

Aficionada como soy a los aforismos, he leído con entusiasmo el último libro del granadino Juan Varo Zafra, Mudo pez en el mar (e.d.a, 2011) y no me ha decepcionado. Se trata de una curiosa recopilación en la que se mezcla el aforismo puro con reflexiones personales, estéticas y psicológicas algo más dilatadas. Desde la crítica a situaciones actuales verdaderamente execrables, hasta vivencias propias en Valladolid, desde ideas inspiradas en grandes autores hasta instantes íntimos plasmados con sinceridad, Varo Zafra nos lleva de pensamiento en pensamiento por un camino de erudición en el que nunca nos encontramos perdidos. Bien al contrario, pronto haremos nuestras muchas de sus sentencias. Me quedo con una: “No es tanto saber el día ni la hora, sino si hemos de aguardar con miedo o con esperanza”. Hay muchísimas para elegir.

CDR

miércoles, 26 de diciembre de 2012

HORMONAS

A estas alturas ya nadie debería cuestionar la igualdad entre el hombre y la mujer. ¿Verdad? Atrás quedaron los tiempos en que se creía que las mujeres eran simplemente hombres limitados neurológica y físicamente. ¿Cierto?

No somos inferiores, pero sí diferentes. No sé ustedes, pero yo cuando hablo de igualdad me refiero a la paridad de oportunidades y derechos como seres humanos que ambos somos. Sin embargo, aunque a lo largo del siglo XX (sí, sí, ese) se ha atendido más bien poco a la fisiología y a la psicología femeninas, lo cierto es que las profundas diferencias  cerebrales revelan qué hace que las mujeres seamos mujeres y los hombres, hombres.

Y aquí es donde entran en juego las hormonas. Desde los estrógenos hasta la alopregnenolona, pasando por la oxitocina, todas ellas determinan qué nos interesa hacer, nuestros procesos de pensamiento, nuestra energía, impulsos sexuales, nuestra conducta, en fin.

Queda estadísticamente demostrado que se dan el doble de casos de depresión entre mujeres que entre hombres, por ejemplo. Aunque lo más fácil sería echar la culpa de ello a nuestra cultura patriarcal occidental, que siempre nos ha reprimido, limitando nuestra funcionalidad, resulta que, además, existe una base biológica para este fenómeno. Y seguramente les parecerá tópico, pero la menstruación tiene mucho que ver en ello. De hecho, durante este ciclo, el cerebro femenino cambia un poco cada día -puede cambiar hasta un veinticinco por ciento.-

En definitiva, los últimos estudios han descubierto que el cerebro de la mujer está tan profundamente afectado por las hormonas que puede decirse que la influencia de éstas crea una realidad femenina propia.

Así que, por favor, caballeros, entiendan que nuestros cambios de humor no son voluntarios, para fastidiar, sino que son producto de la neuroquímica de nuestras hormonas.

En cuanto a nuestra capacidad intelectual, puesta a menudo en tela de juicio, varones y mujeres tenemos el mismo nivel promedio de inteligencia, siendo mal interpretado nuestro cerebro al entenderlo como menos capacitado para ciertas áreas (matemáticas y ciencias.) A este respecto, es interesante saber que cuando chicos y chicas llegan a la adolescencia, no hay diferencias entre sus aptitudes matemáticas y científicas. Sin embargo, en cuanto el estrógeno inunda el cerebro femenino, las mujeres empiezan a concentrarse intensamente en sus emociones, en la comunicación. Por su parte, la testosterona que invade el cerebro masculino hace que los hombres se vuelvan menos comunicativos y se centren en conseguir hazañas personales. A la hora de decidir sus trayectorias, en general, los chicos prefieren ocupaciones que les supongan más trabajo en solitario, mientras que las chicas eligen la interacción con los demás.

Este tema es muy amplio, tanto que les recomiendo el libro El cerebro femenino, de Louann Brizendine. Para descubrir, por si aún no lo saben, y con base científica, que el cerebro femenino tiene aptitudes únicas: agilidad mental, capacidad de empatía, destreza para solucionar conflictos, etc. Es hora de que se nos considere como únicas, con un cerebro finamente ajustado y talentoso. Igual que el de los hombres, con sus propios talentos y habilidades.

Diferentes, pero iguales.

CDR

martes, 25 de diciembre de 2012

CAPRICHOS

Un capricho es una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original.

Si una persona, animal o cosa es objeto de tal determinación, también se denomina capricho.

En el ámbito del arte, un capricho es una obra en que el ingenio o la fantasía rompen la observancia de las reglas.

En música, una pieza compuesta de forma libre y fantasiosa es un capricho.

Todo esto, etimológicamente hablando, porque en el lenguaje común, un capricho es una voluntad veleidosa, momentánea, de algo normalmente innecesario o prescindible. No están los tiempos para muchos caprichos.

Sin embargo, en estos días, más allá de las desaforadas campañas comerciales, todos podemos concedernos algunos caprichos:

Olvidarnos del despertador y quedarnos un rato más en la cama.

Darnos un baño espumoso de agua caliente.

Tomar unas castañas asadas en la lumbre.

Disfrutar de la familia y de los amigos.

Leer un buen libro arropados con una manta en el sofá.

Respirar el helor nocturno, contemplar las estrellas y admirar la luna.

(...)

Encontrarnos con nosotros mismos y descubrir las pequeñas cosas que no valen dinero y dan verdadero sentido a la vida.

CDR

domingo, 23 de diciembre de 2012

MUJERES: LA VIVEZA DE LOS SENTIMIENTOS

A lo largo de la historia son muchísimas las mujeres que han compuesto poesía sin que de ellas nada haya trascendido. Florencia Pinar es una de las pocas escritoras castellanas conocidas del siglo XV. Considerada principalmente por su maestría en el lenguaje figurado, fue la única mujer recogida en la recopilación del Cancionero, pues fue autora de canciones y glosas. Además, también fue la primera fémina que participó en las justas poéticas que se celebraban en los grandes festejos de la época. Debió de ser una poetisa famosa en su momento, ya que el hecho de que se conserven siete poemas con su nombre no es común en estos años. De su vida poco se sabe, si bien se deduce que perteneció a la clase alta, atendiendo a la formación que muestra. Aparece como dama de la corte de Isabel la Católica.

La poesía de Florencia Pinar habla sobre todo del amor y del deseo, con el uso de alusiones a la sexualidad, a través de crudas metonimias para expresar sus sentimientos. Su estilo muestra una magnífica habilidad con el lenguaje para exponer la doble naturaleza del amor, fuente de placer pero también de dolor. Su peculiaridad femenina se nota en el hecho de expresar sentimientos propios y singulares, alejados de los tópicos que sus homónimos masculinos utilizaban en la época. Asimismo, destaca la poesía de Pinar por su fuerte simbolismo y su ambigüedad, puesto que no queda claro si el amor descrito es platónico, como correspondería a una mujer de su tiempo y condición, o más bien un amor carnal.

Aquí una muestra de la fuerza de su pasión:

El amor ha tales mañas
que quien no se guarda de ellas,
si le entra en las entrañas
no puede salir sin ellas.

El amor es un gusano,
bien mirada su figura:
es un cáncer de natura
que come todo lo sano.

Por sus burlas, por sus sañas,
de él se dan tales querellas
que, si entra en las entrañas,
no puede salir sin ellas.

Y su canción más conocida:

De estas aves su nación
es cantar con alegría,
y de verlas en prisión
siento yo grave pasión,
sin sentir nadie la mía.

Ellas lloran que se vieron
sin temor de ser cautivas,
y a quien eran más esquivas
esos mismos las prendieron.

Sus nombres mi vida son,
que va perdiendo alegría,
y de verlas en prisión
siento yo grave pasión
sin sentir nadie la mía.

La autora se conduele del cautiverio de estas avecillas, tan semejante al que ella misma siente por amor.

Estas imágenes de animales pueden estar inspiradas en la tradición de los bestiarios medievales y se interpretan como símbolos eróticos que encubren la pasión amorosa de la dama  -la perdiz simboliza la promiscuidad femenina, mientras que el gusano sería una representación fálica.-

Una huella femenina señera en nuestro Cancionero.

CDR
 

viernes, 21 de diciembre de 2012

MERECE LA PENA

Hoy es el supuesto fin del mundo. Y, verdaderamente, escuchando las noticias y mirando a nuestro alrededor no parece que falte mucho. Hasta puede resultar tentador, acabar ya con todo.

Sin embargo, merece la pena seguir soñando, seguir luchando.
Por el sol que brilla en el cielo ajeno a nuestras sombras.
Por el mar que incansable se mece en las olas.
Por las personas que encuentras en el camino y dejan sus huellas en tu corazón.
Por las luces de una Navidad que ilumina nuestras esperanzas.
Por el calor del hogar.
Por el amor.
Por la amistad.
Por la vida misma, por todas las cosas maravillosas que nos regala.


No nos rindamos, queda mucho bueno por vivir.

¡FELIZ NAVIDAD!

CDR


miércoles, 19 de diciembre de 2012

IN MEMORIAM

A Carlos Cano. Porque hoy hace doce años de su fallecimiento y es justo seguir recordándolo. Cómo olvidar esa voz profunda de los boleros y los tangos, esa ironía socarrona de las murgas (La murga de los currelantes), el salero de sus rumbas y salsas, su gran talento, en fin. Le debe tanto su tierra de Andalucía, a la que llevó como un estandarte por todo el mundo, luchando por recuperar su propia identidad, la de sus costumbres, su música y su gente. Reivindicó la copla como canción popular andaluza y la salvó del desprecio en tiempos difíciles (Proclamación de la copla). Y su mirada crítica iba más allá de los problemas del país, como así lo demuestra, por ejemplo, el Tango de las madres locas, estremecedora canción dedicada a las madres de hijos desparecidos durante la dictadura argentina. Trabajador, emigrante, inconformista, solidario, poeta. Se nos fue demasiado pronto, tan injustamente, por un aneurisma de aorta. Su gran corazón le falló. Ese mismo que le llevó a grabar un disco con niños cubanos para apoyar un proyecto humanitario. Ese mismo que le instó siempre a pelear por lo que creía justo y a escribir bellísimas canciones. Su voz y su guitarra eran sus armas.

Hoy recuerdo, además, una noche de sábado, de partidos de fútbol y palomitas en el sofá, en un pequeño teatro de un pueblo almeriense, en que un reducido pero entusiasta grupo de gente pudimos rememorar a Carlos Cano. El homenaje que el granadino Paco Damas lleva por toda la geografía española no mueve masas, pero sí conmueve los corazones de quienes asisten.

CDR

martes, 18 de diciembre de 2012

TIEMPO EFECTIVO

Dijo Séneca: "No es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho." O nos lo hacen perder, con numerosos trámites que no sirven para nada. Somos uno de los países menos productivos de Europa, no me extraña, estamos trabajando muchas horas, pero qué poco es el tiempo efectivo (es decir, el real y verdadero) en que desarrollamos la esencia de nuestra ocupación.

Tiempo para dedicarnos a nuestras aficiones y a nuestra familia, cada vez menos.
Tiempo para dormir y descansar, por debajo del mínimo imprescindible.
Tiempo que pasamos preguntándonos cómo hemos llegado hasta aquí y hasta dónde va a crecer nuestra lista de obligaciones (sin que, por cierto, la opinión publica se haga cargo de ello), cada vez más.

CDR

viernes, 14 de diciembre de 2012

DÍA TONTO

¿Quién no ha tenido alguna vez un día tonto? Uno de esos días en que simplemente no te apetece NADA. El optimismo está muy bien, pero hay ocasiones en que necesitas el pataleo, echar el freno de mano, no gastar más energía en verlo todo positivo y hundirte en el sofá, viviendo tu día tonto sin más explicaciones.

En uno de esos días, una canción de Rosana, a la que sigo desde sus inicios y que tiene letras para todos los estados de ánimo posibles, bellísimas poesías, de vida, de amor, de denuncia... La fuerza de una voz que merece la pena descubrir:

Hoy no tengo ganas de zarpar,
no tengo ganas de quedarme quieta,
no tengo ganas de decir que sí,
ni ganas de comerme la cabeza.

Hoy no tengo ganas de llorar,
no tengo ganas de soñar despierta,
no tengo ganas de tirar de mí,
ni ganas de dormir a pierna suelta.

Hoy, hoy, no tengo el día.


Hoy, hoy, tengo...

Uno de esos días con el pantalón a cuadros,

tengo el día flojo, paso de disimularlo,
uno de esos días que es mejor estar callado,
tengo el día tonto donde casi todo es malo,

malo si me quejo, si me aguanto, si me largo,
malo si te dejo, si te quiero demasiado, malo,
demasiado malo, francamente raro.
¿Qué me pasa a mí?

Hoy no tengo ganas de salir,

no tengo ganas de cerrar la puerta,
no tengo muchas ganas de escribir,
ni tengo ganas de soltarte prenda.

Hoy no tengo ganas de escalar el cielo,

no tengo ganas de aguantar problemas,
no tengo ganas de restar batallas,
no tengo ganas de sumar más guerras.

Hoy, hoy, no tengo el día.
Hoy, hoy, mira.
Hoy, hoy quién lo diría.
Hoy, hoy.

Hoy me he levantado de la cama con la pierna izquierda,

hoy no salgo al mundo ni a empujar la Tierra,
qué daría porque el día no me fuera indiferente,
hoy no soy persona para estar con gente.
Un día tonto, por lo pronto que a lo tonto, pronto pasará.

Hoy, hoy,
Hoy, hoy, mira.
Hoy, hoy, estoy rendida
Hoy, hoy.


Rosana, "Con el día tonto", de Buenos días, mundo.

CDR

martes, 11 de diciembre de 2012

ENREDO

Su pelo se había vuelto a enredar, no había forma, lo tenía tan fino que se convertía en una maraña cada noche para su gran disgusto. Había pensado muchas ocasiones en cortárselo, se ahorraría problemas, y tiempo, pero a Alberto no le gustaba la idea, le encantaba su larga melena rubia.
 
De todas formas, precisamente por eso debería cortárselo, si Alberto ya no significaba nada. En eso habíamos quedado, ¿eh, Mati? No irás a olvidarte otra vez de sus enredos, engaños que tanto daño te hacen. Promete que todo cambiará, pero tú sabes que no es cierto.
 
Es que no te aclaras, Mati, tienes un buen enredo en la cabeza, te falta claridad de ideas, decisión, cuántos tíos hay en el mundo, por favor, tú te mereces mucho más.
 
Abre el grifo y deja que el agua caliente vaya humedeciendo su piel. Mati quisiera desaparecer, disolverse bajo el líquido cristalino, evaporarse en el vaho que asciende por las paredes. Olvidarse de los enredos, complicaciones, que supone la vida.
 
Como si el baño la purificase, se arregla, de mejor humor. Sale de casa, con el cabello impecable, dispuesta a escenificar esa comedia de enredo, ingeniosa, intrincada y hasta sorprendente, que es su existencia. Se parte de risa, en qué han acabado sus grandiosas aspiraciones.
 
Entra en el local  por la discreta puerta de atrás. Alberto la mira cuando sale del camerino, aprueba su aspecto con un asentimiento de cabeza y le guiña un ojo, pícaramente, antes de que empiece el espectáculo. La música suena y la barra metálica la espera en el centro de la sala abarrotada de ávidas miradas.
 
CDR

lunes, 10 de diciembre de 2012

(HASTA LAS) PELOTAS

Hasta en la sopa tenemos la dichosa bola que, aunque se utiliza en numerosos deportes, parece que fuese inventada en exclusiva para el fútbol.

Es que se me hace un tanto pesado que, tal y como anda el mundo, el fútbol se haya convertido poco menos que en asunto de estado. Como si no existiera otro deporte. El nuevo opio del pueblo.

Los lunes son especialmente fastidiosos, pues tras el fin de semana futbolero no hay más que goles, jugadores endiosados, polémicas... Hoy es fiesta nacional en Colombia por las cinco dianas de Falcao, no digamos en Argentina con el récord de Messi, 86 goles en un mismo año natural -de momento-. Nos envidian, en España tenemos los mejores jugadores, al menos hay algo por lo que envidiarnos.

Y ya que hablamos de pelotas, vendría al caso recordar que, mientras los jugadores en el campo se pasan la pelota, justamente hacen lo mismo los responsables de este país sin rumbo. (Todo se pega menos la hermosura.) No tocan pelota nuestros políticos en cuanto a soluciones, ahí está la pelota de la crisis en el maltrecho tejado de nuestra España. No cesan, eso sí, los casos de corrupción, pelotas por aquí y por allá. País de peloteros, rateros, embusteros.

Lo que yo digo, hasta las pelotas de tanta pelota.

(Créanme, antes me gustaba el fútbol.)

CDR   

domingo, 9 de diciembre de 2012

ANTAÑO

No conservo todo lo que he escrito a lo largo de los años y ahora me arrepiento.

Llega un momento en que lees lo que has escrito siendo niña, adolescente, más joven, te avergüenzas y lo destruyes. Si conservas algo es porque ha escapado a tu duro escrutinio, guardado en un recóndito rincón.

Pienso que somos lo que somos hoy gracias a todo lo que hemos vivido y, por qué no, a todo lo que hemos escrito. Por eso rescato hoy esta poesía, a riesgo de parecer ridícula, claro.

Esta se salvó, hoy la he releído y no me parece tan mal. La escribió quien yo era en aquel día, de aquel año. Voy a darle a "publicar" antes de que me arrepienta.

A veces me hacen sentir
inconsistente.

A veces me hacen sentir
que vuelvo a ser la espina del rosal
que teme hacer daño
a quien se atreva a cortar la rosa.

A veces me pregunto
qué he hecho yo
para que quieran dejarme anclada al tallo.

A veces me gustaría ser un río
y no un dolor escurriéndose de la vida.

A veces consiguen desvelarme
y convertirme en nada.

No soy una espina, ni una rosa, ni un río...
Simplemente soy yo.

Pero a veces
lo único que tengo es la duda
que me hacen tener,
idéntica cada noche.

CDR
 
 
 

sábado, 8 de diciembre de 2012

GENTE PARA TODO

El mundo está lleno de personas; a esa pluralidad se le llama gente. Como habemos tantos, se nos suele dividir en clases que se distinguen en la sociedad: gente del pueblo, gente rica... mala gente. En un contexto más familiar, usamos esta denominación para referirnos a nuestra familia: ¿Cómo está tu gente?

Los que ocupan una posición social y económica elevada son considerados gente bien (no confundir con gente de bien). Gente gorda se llama a la importante o de buena posición. Tienen tanto que hasta varios nombres, ya ven.

Si resulta ser gente pendenciera se utiliza la expresión coloquial gente del bronce.

El latinismo gente non sancta se usa para las personas de mal vivir. También se les conoce como gente perdida.

Aquellos que se dedican a la compraventa de ganado en las ferias son gente del trato.

Mientras que los que están en casa con el culo pegado a la silla y tienen como único ejercicio escribir son gente de pluma.

Y bien sabido es que la gente menuda son los niños.

(...)

En fin, que hay gente para todo, literalmente. En esto pensaba hoy mientras veía el noticiario a medio día, porque a la información sobre el aumento de las colas en los establecimientos de caridad -cada día son más aquellos que deben elegir entre comer o pagar la hipoteca- y en las oficinas del paro -casi cinco millones ya-, le seguían noticias sobre el colapso en las estaciones de esquí, los atascos en las carreteras y la ocupación hotelera.

País de contrastes. Desequilibrio del mundo. Gente para todo.

CDR

viernes, 7 de diciembre de 2012

FLEXIBILIDAD

Ser flexible, literalmente, significa que tiene disposición para doblarse fácilmente. Pero más allá de las cualidades gimnásticas de cada uno, quiero hablar hoy aquí de la flexibilidad de carácter, es decir, estar abiertos a cambios y no sujetos a ideas estrictas. Porque esta es una actitud fundamental para afrontar la vida y ahorrarnos así dolor y frustraciones.

El primer paso es desterrar el sentimiento continuo de que nos falta algo. Normalmente nos fijamos objetivos que se convierten en el motor de nuestra vida y que nos hacen sentirnos infelices, decepcionados, si no los alcanzamos. Desear algo y luchar por lograrlo es un buen aliciente, pero también puede suceder que se abra un espacio insalvable entre la realidad y lo que queremos, creándose un incómodo vacío en nuestro interior. Como decía Louis-Ferdinand Céline: "Desear cosas es bueno siempre que no te enfades si no las consigues."

En este sentido, ¿qué es mejor?, ¿ser optimista o pesimista? Como afirmaba Séneca, si somos pesimistas, la realidad nunca nos defraudará. Sin embargo, tampoco se trata de vivir resignados y sin estímulo alguno, para evitar los fracasos. Pero si somos demasiado optimistas y nuestras expectativas no se cumplen finalmente, también sufriremos. Por tanto, sobre todo, hay que ser sensatos y entender que la realidad es cambiante, que no podemos controlarlo todo. La aceptación es la clave de la felicidad.

En cuanto a nuestro nivel de autoexigencia, es preciso reconocer que en ocasiones somos demasiado estrictos con nosotros mismos, aunque a veces esta postura no responde a la satisfacción propia sino a no dar muestras de debilidad o imperfección ante los demás. Es decir, nos sirve para alimentar nuestro ego.

A veces nos olvidamos de vivir, ceñidos y limitados por nuestros rígidos esquemas.

En definitiva, vivamos el presente, disfrutemos de lo que tenemos ahora, flexibilizando nuestros ideales, objetivos e ilusiones. Siendo sinceros con nosotros mismos.

CDR

jueves, 6 de diciembre de 2012

PEQUEÑOS GESTOS


Tomas Transtömer (Estocolmo, 1931) era prácticamente un desconocido para el gran público hasta que la Academia Sueca le concedió el Nobel de Literatura en 2011, a sus ochenta años. Esto a pesar de que su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas y se trata del poeta escandinavo vivo más relevante. En España, encontramos la mejor aproximación a su poética en la editorial Nórdica. Como su traductor, Roberto Mascaró, afirma, las lenguas son barreras superables y la poesía de Tranströmer es universal. Si todavía no lo conocen, ahora es buen momento para descubrir a este poeta de la sencillez, la humanidad y la búsqueda de respuestas.

El 15 de abril de 1931 vino al mundo Tomas Tranströmer. Sus padres se divorciaron cuando el niño tenía tres años. Esta soledad provocada por el padre ausente condicionó sin duda su infancia, así como el hecho de ser cuidado por una criada mientras su madre estaba en el trabajo. La figura masculina que Tomas tuvo en esta época como referente fue su abuelo paterno, piloto náutico, que llegó a ser su amigo íntimo. La diferencia ente ellos era de 71 años, la misma que la de este con su abuelo (nacido en 1789), así que en sus fantasías, el niño creía tocar la historia con sus manos, oyendo al anciano hablar la lengua del siglo XIX, contándole episodios como el asalto a la Bastilla. Como intuyendo ya su destino, empezó a escribir a muy temprana edad. A los trece años ya estaba esbozando lo que sería su primer poemario. Fue un niño asiduo a los museos y a las bibliotecas; le gustaba especialmente la de Medborgarhuset, en Söder, barrio donde vivía. Allí solicitaba libros que le eran vedados por su corta edad, y se encontraban en la sección de adultos, sus temas favoritos eran la historia y la geografía. A través de los diarios, a sus nueve años, estudiaba el mapa de la guerra y se contaba entre los enemigos de Hitler; él no entendía de política pero se sentía comprometido con esa causa. No es raro que su maestra en la escuela popular Katarina Norra dijera de él que era muy “especial”, pues sin duda tenía inquietudes e intereses diferentes a los de los niños de su edad. A Tomas le daba pánico que lo considerasen anormal, porque en el fondo intuía que lo era.

Cursó sus estudios de Secundaria en la escuela Södra Latin. A los quince años, debido a un episodio de ansiedad nocturna, sufrió un ataque de epilepsia que supuso un cambio en su vida. A partir de entonces se dedicó al piano, puesto que la música lo había sacado de la crisis. Fue durante sus estudios de Bachillerato en latín donde descubrió Tranströmer los versos clásicos. Traduciendo a Horacio bajo la severa mirada de su profesor, descubrió las reglas de la poesía. En el otoño de 1948 ya había publicado el joven Tomas algunos poemas en el periódico de la escuela, pero la idea del verso de medida clásica surgió después. Posteriormente, se graduó en Psicología, Historia de la Literatura e Historia de las Religiones en la Universidad de Estocolmo. En 1957 conoció a la que sería su esposa para toda la vida, Monica Bladh, cuando ella apenas tenía diecisiete años. Se casaron y tuvieron dos hijas.

Antes de abandonar la Universidad, estuvo allí trabajando en el departamento de psicometría. Pero después, durante un largo periodo de tiempo, Tranströmer trabajó de terapeuta en establecimientos hospitalarios y penitenciarios -como la prisión para jóvenes de Roxtuna-, conociendo de primera mano vidas rotas que él trataba de recomponer. No es extraño, pues, el profundo conocimiento del alma humana que muestra en su poesía. Siempre compaginó su trabajo con la escritura, pero será a partir de la década de los setenta cuando pueda ya vivir de su obra, dándose a conocer dentro y fuera de Suecia. Se inicia así una etapa intensa y prolífera en cuanto a producción poética.

En 1990, con 59 años, el escritor sufrió una hemiplejia que le paralizó el lado derecho del cuerpo y le privó de la facultad del habla, pero no así de su capacidad de comunicarse, su lenguaje quedó intacto. Además, su amor por la música lo salvó de nuevo, y poder tocar el piano y escribir con su mano izquierda, sentir la melodía y la fuerza de las palabras, lo sacó de la oscuridad. Tanto como el apoyo incondicional de su esposa Mónica, intérprete en su comunicación con el mundo.

Sorprende que en 1974 escribiese: Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho / con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras / inadecuadas. /Así, no lo alcanzan ni el ascenso ni la condena. / Pero la música permanece, sigue componiendo en su propio / estilo… Unos versos que resultarán premonitorios.

Desde que publicó su primer libro, con tan solo veintitrés años, Tomas Tranströmer no ha dejado de escribir. Ya en estas composiciones se intuye la habilidad técnica y la maestría con la palabra que desarrollará el poeta, y aparecen algunos temas que estarán presentes en toda su obra. Un ejemplo ilustrativo sería “Archipiélago otoñal. Tormenta”, donde se centra en el misterio de la naturaleza: De pronto, el caminante encuentra aquí el viejo / enorme roble, como un alce petrificado con su interminable / cornamenta, frente a la fortaleza verdinegra / del mar de septiembre. / Tormenta nórdica. Es el tiempo en que / los racimos de serbas maduran. Despierto en la oscuridad, / oigo a las constelaciones piafar en sus establos, / en las alturas, sobre los árboles.

Otro tema presente en su obra es la incomunicación, cómo las palabras no bastan para expresarnos. Cualquier poema de Tranströmer nos sirve para comprender su manera de enfrentarse a la realidad, la personalísima mirada con que contempla la naturaleza, las metáforas imposibles, el intimismo, la incomunicación o su interpretación del surrealismo y del expresionismo, que hacen innecesario etiquetar su obra.

Cuando Tomas Tranströmer aparece en el panorama literario sueco, la tendencia general era de un realismo social casi ramplón y de un experimentalismo sin demasiada importancia. Así, al principio, el delicado equilibrio intimista de Tranströmer no encontraba cabida en ese panorama y fue encasillado en el llamado surrealismo tardío. Sin embargo, pronto arrolló el poeta por su originalidad y la suma entre sus poderosas imágenes y la concreción aprendida de los versos horacianos. Siguiendo los pasos de la lírica nórdica, fue evolucionando hacia la sencillez expresiva, pero de una manera a la vez tan personal que la naturalidad y desnudez de sus imágenes lo hacen único. Tranströmer se deshace de todo lo que estorba en el poema, tanto en lo que se refiere a gramática como a la identidad del propio poeta. Sin duda, su personalidad incide en las raras asociaciones de sus imágenes. No se trata de una voluntad puramente esteticista, sino de una intención de desaparecer hasta que las cosas se reúnan por sí solas. En este sentido, el poeta sueco siempre ha rehuido al héroe de la poesía comprometida tanto como al autor difunto, ausente pero cargado de atributos. En sus poemas, Tranströmer aparece tal y como es, vivo y paradójico.

A partir de la década de los ochenta, el poeta se aleja de la escritura más personal para centrarse en lo contingente. Sus poemas se acercan al haiku, atraído por la economía, la ausencia de retórica, la plasticidad de la estrofa japonesa. Tranströmer hace un fabuloso esfuerzo por mantener la fórmula silábica propia del haiku (5-7-5) en su idioma sueco. La naturaleza se hace omnipresente, junto a la idea de la muerte, de la insignificancia del ser humano. Un muro, el mar. / Oigo graznar gaviotas: / ellas saludan. O Se cayó el techo / y los muertos me ven. / Este es el rostro. Falto de palabra, el haiku se convierte en el mejor vehículo para mostrar su visión de poesía como lenguaje.

Tomas Tranströmer fue acusado en numerosas ocasiones por sus coetáneos de eludir el compromiso político en su poesía, pero él nunca se dejó guiar por los cantos de sirena de los panfletos, que lo desviaban de lo esencial. Se puede decir que el tiempo le ha dado la razón y su estilo genuino, su poesía de las pequeñas cosas es lo que hace que sea universal, atemporal, válido más allá de momentos históricos e ideologías políticas. Su compromiso ha sido el de luchar por un mundo mejor, tanto en su vida como con su poesía de estilo introspectivo y versátil, basada en la experiencia y en la realidad circundante. No obstante, Tranströmer también ha criticado libremente a su país sin dejar por ello de considerarse un sueco integrado y orgulloso de serlo; especialmente es la destrucción de la sociedad sueca humanista a favor de una funcionalidad vacía lo que más le molesta. Gentes con un futuro / en lugar de un rostro.

La finalidad de la poesía de Tranströmer es intentar entender el mundo. Su estilo, hecho de pequeños gestos.

Fantástico sentir como el poema crece

mientras voy encogiéndome.

Crece, ocupa mi lugar.

Me desplaza.

Me arroja al nido.

El poema está listo.
 
CDR

miércoles, 5 de diciembre de 2012

MARZO CONSPIRA


¿Existe una relación entre los sucesos y la fecha en la que ocurren?, ¿o es simplemente puro azar? ¿Se pueden evitar? Cuando tantos hechos incomprensibles nos sacuden, la dificultad de las preguntas que se nos plantean hace que aquellos dotados para la escritura traten de encontrar respuestas en la lírica. El dolor y la tragedia son los motores principales de Libro de marzo (e.d.a. 2011), de Carmen Velasco. Un libro original en su diseño, profundo en su tratamiento, intenso de principio a fin. A partir de los atentados del 11 de marzo de 2004, la autora hace un recorrido poético, con tintes cronológicos, por asuntos tan escabrosos como las muertes de mujeres en Ciudad Juárez, el sometimiento al burka, la ablación, los conflictos militares, y de ahí a otros más cercanos como la rutina del trabajo, la caducidad del amor, la promiscuidad en la red, los trastornos alimenticios. Al fin y al cabo, la presencia constante de la violencia gratuita e innecesaria. Y todo ello desde un enfoque femenino, no siempre precisamente delicado, y feminista, comprometido.
Quizá lo que falta es más responsabilidad, más fuerza para sentir como propios los problemas ajenos, no esperar a que la mala suerte llame a nuestra puerta para que la conciencia se nos estremezca. Puede que el destino esté escrito a priori, que la violencia sea inherente al género humano, que marzo siga conspirando, pero no debemos darnos por vencidos. Todos podemos contribuir a parar el cronómetro de esta guerra.

CDR

lunes, 3 de diciembre de 2012

PALABRAS

Como unidad mínima de la Lengua con significado, la palabra es un conjunto de sonidos o grafías (según sea oral o escrita), delimitada por pausas, que, enlazándose con otros segmentos de su categoría, van dando forma al discurso.

La facultad de hablar dícese también palabra, así como la aptitud oratoria, de donde proviene la expresión "tener don de palabra."

Por otra parte, es habitual empeñar la palabra a la ligera, pero más allá de la locución lingüística, implica una promesa y su obligación de cumplirla. Como habría de cumplirse siempre con el turno de palabra y hacer uso de ese derecho cuando corresponda, no como energúmenos sin modales. Para ejemplo de ello, póngase la tele a cualquier hora y encontrarán alguna muestra, seguro.

A veces intentan convencernos con buenas palabras de algo que no nos conviene, hay que estar alerta y no dejarse embaucar, ni por palabra de honor de que lo ofrecido es maravilloso. La mayoría de ocasiones se trata de palabras vacías. No me refiero sólo a los vendedores que tocan a nuestra puerta ocasionalmente o a la propaganda que nos inunda de continuo, sino también a esos charlatanes de traje y corbata, cuyos discursos están plagados de medias palabras y de palabras preñadas, con la misma finalidad de engañar. Torcer las palabras para darles otro sentido del que tienen.

Es difícil encontrar entre tanta verborrea las palabras clave, esenciales para entender el pleno significado de algo.

Suelen destacar, por su tamaño, las palabras gruesas, ofensivas y dañinas, injuriosas incluso.

Sin embargo, la última palabra habría de tenerla siempre el sentido común, la honestidad. Palabras mayores éstas hoy en día. Ojalá alguien me cogiera la palabra.
  
Decía Ramón Llull que "la palabra es el arma más poderosa". Qué duda cabe. No en vano es aquella a la que más temen los dictadores, los tiranos. Porque no se pueden restringir los pensamientos y éstos son palabras en nuestro interior. Las palabras nos liberan de las cadenas físicas, de las limitaciones. Las palabras nos acercan a los demás y también a nosotros mismos. Las palabras son evocadoras, son mágicas, terapéuticas... Y también pueden ser todo lo contrario. Las palabras lo son todo.

Santa palabra.

CDR

domingo, 2 de diciembre de 2012

CHICO

Elegir un nombre es algo complicado, porque conlleva designar a alguien con un apelativo que lo acompañará el resto de su vida.  A la hora de escoger, tenemos en cuenta la sonoridad del nombre, que no hayamos conocido a nadie que se llamara así y nos cayera mal, cómo quedará la abreviatura, si será propicio a bromas fáciles... Como decía, algo complejo, sobre todo si es el nombre de un hijo o hija. Mucho menos si es para llamar a un animal doméstico que nos hará compañía en los próximos años. Si se trata de bautizar a una mascota, nos conformamos con que el nombre suene bien, corto y preciso, o como mucho, además, con que refiera alguna de las características del animal.

Y dándole vueltas a este asunto, me ha parecido que Chico puede ser un buen nombre para un perro pequeño, pues esa es la primera acepción del diccionario (que tiene poco tamaño), que es macho (en nuestros animales tendemos a asociar macho con chico y hembra con chica) y que alude también a un tratamiento de confianza, cariñoso.

Una vez nominado el perrillo, ahora solo falta empezar a convivir con él, que tres días no son nada y nos queda mucho por delante. Yo, amante de los gatos, intuía que si alguna vez conseguía una mascota sería antes un perro. Bueno, en realidad, soy amante de los animales, por eso estoy contenta y sé que, como todo pasa por alguna razón, Chico habrá llegado a mi vida con su motivo bien claro, aunque ahora aún no sea evidente.

Precisamente, la semana pasada leí un artículo de Rosa Montero sobre el contraste entre España y otros países en cuanto al trato a los animales. Y ella, que ha escrito mucho en su defensa y que desde hace treinta años siempre ha tenido perro dice: "Mis perros me han enseñado lo que es la alegría pura, la generosidad sin límites, los celos desbocados, el dolor intenso, la furia perfecta. Me han enseñado la integridad de las emociones. Hay algo en ellos mucho más verdadero e intacto que en nosotros, algo que te pone en contacto con lo real. (...) Soy mejor persona, entiendo mejor los secretos de la vida desde que estoy con ellos (...) Me han puesto en mi lugar entre los seres vivos."

Estoy dispuesta a aprender y a sentir todo eso.

-Pero, que conste, mi animal favorito sigue siendo el gato.-

CDR

miércoles, 28 de noviembre de 2012

SUPERACIÓN

La capacidad de superación del ser humano es inconmensurable. Eso es lo que pienso siempre que veo cómo personas impedidas por alguna razón física, mental o algún inconveniente a priori insalvable, salen adelante y, aún más, hasta consiguen metas que el común de los mortales nunca conseguiremos. Lo cual me lleva a preguntarme si en realidad la capacidad no nos limita. No hay más que ver cada cuatro años los Juegos Paralímpicos para darnos cuenta de a dónde puede llegar la voluntad humana. El deporte, por lo que supone de esfuerzo y de autodominio, muestra muchos ejemplos de superación personal, pero los hay también en otros ámbitos.

Por si no estuviera ya convencida de esto, he tenido recientemente la oportunidad de ver la película Mi pie izquierdo (1989), basada en la autobiografía homónima de Christy Brown (1932-1981), pintor y escritor irlandés, víctima de una parálisis cerebral de nacimiento. La única parte del cuerpo que Chis puede controlar es su pie izquierdo, con el que demostrará a su familia primero, y después a todo el mundo, que es un ser humano, que puede aprender y expresarse, que no es un simple tullido inútil. En el Berlín de los años cuarenta, en el seno de una familia pobre, Chris es acarreado por sus hermanos y amigos en una carretilla de madera, arrinconado en los juegos, hacinado en su propia casa. Con ayuda de su madre -que ahorrará trabajosamente para conseguirle una silla de ruedas- y mucho amor propio, Christy logra superar los muchos obstáculos que se le presentan en el camino, hasta llegar a convertirse en un reconocido poeta, escritor y pintor en su país; totalmente autodidacta.

La magnífica interpretación de Daniel Day-Lewis -sin olvidar al actor que lo encarna de niño, Hugh O´Connor- da buena cuenta de la lucha de Christy Brown por conseguir sus sueños, más allá de las barreras sociales.

Así que deberíamos reflexionar sobre cómo nuestras manos, nuestras piernas, nuestra vista, nuestra habilidad... son solo herramientas para facilitarnos la vida. Pero la mente es la que nos hará avanzar hacia aquello que deseemos, porque ella es dueña de nuestro tesón y mueve nuestra voluntad.

"Llegar a ser lo que somos capaces de ser es el único fin de la vida."
(Robert Louis Stevenson)

CDR

martes, 27 de noviembre de 2012

EN VÍAS DE EXTINCIÓN

Ayer recibíamos la noticia de que el Premio Nacional de las Letras ha sido concedido este año al filólogo Francisco Rodríguez Adrados. Más que merecido este galardón, sin duda, para un lingüista cuyas aportaciones son reconocidas a nivel mundial, además de ser un defensor incansable de las Humanidades. Doctor en Filología Clásica, catedrático de Filología Griega, presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y de la Sociedad Española de Lingüística, miembro de la Real Academia de la Lengua, traductor, director de diferentes revistas culturales, etc. Un currículum impresionante.

Pero lo que ha llamado poderosamente mi atención es la valoración del jurado sobre la obra científica del profesor Rodríguez Adrados, centrada en la Filología Griega, con valiosas incursiones en el campo de la Lingüística y, en particular, en el estudio del indoeuropeo y el sánscrito; teniendo en cuenta asimismo sus ensayos literarios sobre la tragedia, la fábula y otros géneros de origen helénico.

Y digo que me sorprende esto por el hecho de que en un país en cuyos planes de estudio cada vez encuentran menos espacio las lenguas clásicas y las optativas que con ellas tienen que ver -hasta el punto de estar en peligro su existencia-, es como mínimo curioso que se entregue el Premio Nacional de las Letras a un especialista en esta materia. ¿Será por la costumbre patria de distinguir algo una vez desaparecido o, en este caso, en vías de extinción?

Contra eso sigue luchando don Francisco, que continúa en activo a sus noventa años, participando en la campaña para que el ministro de educación retire el anteproyecto de ley para la reforma educativa que deja en el aire dichas asignaturas. En palabras suyas: "Sin las lenguas clásicas, el edificio se hunde." A ver si se entera el señor Wert.

CDR

lunes, 26 de noviembre de 2012

UNOS TANTO...

"La educación es la puerta a los demás derechos." (Katerina Tomasevski)
 
Eva es una chica afortunada, aunque ella todavía no lo sabe. No valora lo que tiene. A sus catorce años, da por hecho recibir la paga todas las semanas, conseguir los caprichos que quiere. Y por supuesto, odia el instituto. Le parece un supremo aburrimiento, va a clase cada día obligada y se fuga todas las horas que puede, las justas para no desencadenar una bronca demasiado fuerte en casa. Ahora ha encontrado la excusa perfecta y le argumenta a sus padres que la gente no para de hablar de crisis, de que no hay trabajo ni para los que estudian, de que no hay futuro. Si hasta vosotros mismos estáis asqueados de esta puta vida, se les encara. Su madre le recrimina su forma de hablar y su padre se hace el sordo, le dice que tiene que aprobar y ya está, discusión zanjada. No la deja seguir, no puede decirle que no le interesa estudiar, que ya se buscará la vida. 
 
Hoy Eva se ha levantado de mal humor, no le gusta madrugar, menos aún para ir a clase. Se encamina al instituto despacio, con desgana, si no fuera por el frío que hace en la calle sería capaz de quedarse dormida mientras camina, va pensando. A primera hora tiene tutoría, lo que faltaba, se le pasa por la cabeza no entrar, pero es casi final de mes y ya lleva acumuladas unas cuantas faltas. Últimamente su padre le está recortando la tarifa del móvil, eso no le interesa, entrará a ver qué cuenta el muermo de Gonzalo. Ella está acostumbrada a no hacer gran cosa en la hora de tutoría, hora de estudio la mayoría de veces, algunos cuestionarios, algunos debates, actividades con el ordenador. Pero este curso eso ha cambiado, su tutor se curra las sesiones, la verdad, les pone videos, los hace que opinen e intenta que piensen por ellos mismos, bueno, eso dice él, como no están acostumbrados, los alumnos pasan. No le ha tocado un buen curso al pobre hombre. Con todo este galimatías en la cabeza llega Eva al instituto y allí se demora en la puerta con sus amigos, ha oído el timbre de lejos por el camino, pero ninguno tiene prisa por entrar.
 
Al fin entra Eva en clase porque si no el profesor la mandará a jefatura y eso será peor que no haber aparecido. Buenos días, dice Gonzalo, elevando la voz sobre el jaleo que hay formado en el aula. Nadie le contesta, él insiste hasta que alguno ya por no oírlo más le responde indiferente. Gonzalo pasa lista y comienza a explicarles en qué va a consistir la tutoría de hoy. Van a hablar sobre el derecho a la educación. ¡Menudo rollo! El profesor les lanza unas preguntas que deben contestar, respetando el turno de palabra, de forma sincera. Pero nadie levanta la mano, como siempre. Gonzalo tiene que azuzar mucho el ánimo de sus alumnos para sacarles alguna opinión, ni digamos para que ésta sea razonada. Vosotros no queréis estudiar, prosigue el tutor, creéis que estáis perdiendo el tiempo, no entendéis que la educación es la única salida posible en la vida, para ser lo que quiera que deseéis ser. Y tras algunas escasas intervenciones, en voz casi inaudible, forzadas, Gonzalo pone el video que cambiará la concepción de Eva sobre las cosas.
 
Mientras se ven las imágenes de unos niños metiéndose en un río, Gonzalo les va explicando que en Vietnam hay niños que tienen que arriesgar su vida cruzando un caudaloso río para poder asistir a la escuela, que está en la otra orilla. En un primer plano aparece entonces una niña llamada Amina que pasa mucho miedo cada día porque en ese río había perdido a dos amigas, arrastradas por la corriente. Los chicos se quitan la ropa y la meten en una bolsa de plástico, junto a sus libros, y se lanzan a unas aguas cuya profundidad, dependiendo del día, podía llegar hasta a los tres metros. Luego tendrán que volver a casa, claro, por el mismo camino. Un simple puente solucionaría la situación, pero hay países en que no se atiende a las necesidades, ni siquiera de los niños, atentando claramente contra sus derechos fundamentales. Y de ahí pasa Gonzalo a recordarles la historia de Malala, la chica pakistaní a quien los talibanes habían disparado por su lucha para que las niñas pudieran estudiar, lo comentaron en clase. Y quizá ese hecho fuera mucho más impactante que lo del río, pero es justo eso lo que ha removido las entrañas de Eva. Ella no solía prestar atención a esas cosas, había tanta violencia cada día en la tele, le quedaba lejano, ajeno. Pero hoy no, hoy algo ha cambiado en su interior. Por eso contesta con interés a las preguntas del cuestionario que después del video les pasa Gonzalo. Siempre acababan teniendo que escribir su parecer e impresiones sobre la sesión de tutoría, ponerlo por escrito era más fácil que hablar allí delante de todos en voz alta.
 
Cuando Eva salió del instituto no se quedó hablando con sus amigos, sino que se puso a caminar rápidamente hacia casa. Iba pensando que sus malditas hormonas le habían jugado una mala pasada, estaba sensiblera, si casi se pone a llorar viendo a Amina y a los otros niños. Puede que fuera eso o que había madurado un poco. Lo cierto es que a partir de ese día se sintió afortunada por poder estudiar, por tener libre acceso a los libros, a la información, por contar con un techo bajo el que dormir, unos padres que se preocupaban de ella... tantas cosas. No fue un cambio radical, no dejó Eva de vivir riñas en casa, de dejarse llevar por su egoísmo adolescente muchas veces, de estudiar el último día algunos exámenes, todo lo propio de su edad. Pero sí empezó a mirar el mundo con otros ojos. Sus notas mejoraron. Y hasta decidió por esos días qué quería ser de mayor. Tendría que ver con ayudar a los demás.
 
CDR

domingo, 25 de noviembre de 2012

NADA SUCEDE DOS VECES


La vida es una aventura con fecha de caducidad. Eso pensaba Wislawa Szymborska (1923-2012), que nos dejó el pasado febrero. Una poetisa de vocación que trabajaba duro en cada poema, a pesar de la facilidad aparente de su lectura. Sin palabras grandilocuentes y sin abstracciones, la poesía de Szymborska es fresca, esencial, llena de amor en su más amplio sentido de la palabra. Mezcla de  tragedia y humor, de sueño y realidad, de vida y muerte, una lírica inolvidable. Fue merecedora de numerosos reconocimientos, entre ellos el Nobel de Literatura en 1996. No se limitó a la poesía, sino que escribió también ensayos, narrativa, y trabajó como columnista y traductora, además de crear interesantes collages que le servían de descanso a su agotadora labor de escritora. Desde que su familia emigró de Polonia y se instaló en Cracovia, cuando ella tenía ocho años, permaneció allí. Pero ha llegado a todos nosotros a través de sus poemas que, afortunadamente, están íntegramente traducidos al español. Algunas de sus obras son Apelación al Yeti (1957), En el puente (1986) o De la muerte sin exagerar (1996).
Este último título puede darnos la clave de su forma de ser. La muerte entendida como una consecuencia de la vida, sin dramatizar. Fumadora incorregible hasta los últimos días, se tomaba la vida con optimismo. Ella se ha ido, mas siempre nos quedará el alma de su poesía.

Unos versos suyos como homenaje, para despedirla. Una enseñanza póstuma: En esta escuela del mundo / ni siendo malos alumnos / repetiremos un año / un invierno, un verano.

CDR

sábado, 24 de noviembre de 2012

¡MENUDO BELÉN!

Se va acercando la Navidad y en muchos hogares empiezan a desempolvarse las figuritas para montar el belén. Este año el acontecimiento familiar y entrañable, tradicional de colocar el nacimiento viene precedido por la polémica desatada a raíz de la publicación de "La infancia de Jesús". Este libro, escrito por el Papa Benedicto XVI, forma parte de una trilogía dedicada a la figura de Cristo, y seguramente tendrá un profundo sentido religioso y un gran rigor histórico, basado en la interpretación de los Evangelios de Lucas y Mateo. Sin embargo, la noticia que ha saltado a los titulares estos días es la de que Ratzinger afirma que no había mula ni buey en el establo donde nació Jesús.

Y ya se ha montado el lío. Porque esto conlleva toda una serie de frivolidades sobre el tema, hablando de ERES en el belén, mulas y bueyes en huelga, divagando sobre el problema de dejar a la Virgen, San José y el Niño, en la fría noche de diciembre, sin el calor animal del buey y la mula.

Lo que es indiscutible, según el Papa, es la virginidad de María y de su santísima concepción, sería el colmo que se viniera abajo ese misterio cristiano. La estrella que guió a los sabios de Oriente -también puestos en duda- era en realidad una supernova que se produjo en aquella bendita fecha. Pero fehacientemente se afirma la imposibilidad de los pobres animales. Básicamente, este es el resumen que circula sobre la obra del teólogo alemán, de apenas 176 páginas, recientemente publicada.

Hasta los catalanes están ahora preocupados por la veracidad histórica de su caganer, ¿estaría el tipo en tales menesteres justo en ese lugar, ese día y a esa hora? Todos los belenistas españoles, en general, están cabreados por los trastornos que estas afirmaciones papales pueden suponer.

Y yo me pregunto, ¿es que a alguien le importa si el belén se ajusta a la realidad histórica? Cada año, en cada representación del nacimiento se incorporan novedades, ya sea en las figuras, en el decorado, en el sistema de agua, en el colorido... ¿Va a cambiar este año eso en cada casa, en cada pueblo que expone su belén en la plaza para el concurso regional?

También es casi seguro que la fecha del nacimiento de Jesús no coincide con el 25 de diciembre, ¿vamos por ello a cambiar la celebración de la Navidad?

Supongo que todo esto va de echarle un poco de humor al asunto porque, con la que está cayendo, me parece increíble que se forme este belén.

CDR

viernes, 23 de noviembre de 2012

MUJERES: BAILARINA POCO COMÚN

Se sale de lo común una mujer que desde niña asumió la danza a través del ritmo de las olas del mar a cuyas orillas nació. Tan claro lo tenía Isadora Duncan (1878-1927) que a los diez años abandonó la escuela para dedicarse a su pasión, a los diecisiete se trasladó a Nueva York y se incorporó a la compañía de Agustin Daly.

Considerada por muchos como creadora de la danza moderna, Angela Isadora Duncan creció en un hogar dividido, pues el padre los abandonó muy temprano, dejando a la familia en una difícil situación económica. Este hecho propició el alejamiento religioso de Isadora, que siempre se confesó "atea convencida", aunque en principio en su casa se profesaba la fe católica. Con su hermana mayor, Isadora se puso a impartir clases de danza a los niños del barrio, mientras la madre daba lecciones de piano para poder sustentarse. En sus ratos libres, la niña jugaba sola en la playa e imitaba con sus manos los movimientos de las olas, lo cual sería el germen de su peculiar estilo. Estudió danza clásica en Chicago, de donde se trasladó a Nueva York, tras un incendio y la pérdida de todas las posesiones familiares. Al empresario Daly no le convencieron las innovaciones que Isadora proponía continuamente para interpretar poemas de forma plástica por medio de la danza. Como no se sentía feliz,  en una época en que la mayoría deseaba emigrar a Estados Unidos, Isadora convence a su madre y a su hermana para marcharse a Europa y así, en 1900, las tres mujeres se instalan en Londres.

Isadora fue una mujer inquieta y autodidacta. En estos años londinenses pasaba muchas horas en el Museo Británico, fascinada por las expresiones artísticas que veía en las ilustraciones de los jarrones griegos. En continua formación, leía mucho y ensayaba nuevas danzas para dar cauce coreográfico al arte, la Duncan comenzó a dar una serie de recitales, basados en la danza de la Antigüedad Clásica, en la capital británica que entusiasmaron al público. Pronto empezó a cosechar éxitos. La crítica del momento la ensalzaba reconociendo la frescura de su baile, en contra de la elaboración y artificiosidad a la que estaban acostumbrados. Efectivamente, para Isadora Duncan la danza debía ser una prolongación de los movimientos naturales del cuerpo, consideraba forzados y antinaturales los de los bailarines clásicos, y se negaba a constreñir sus pies en unas zapatillas de baile. La Duncan bailaba descalza, con una simple túnica de seda cubriendo su cuerpo, como si fuese una diosa pagana en uno de sus rituales. Transportada por el ritmo, expresaba su amor a la naturaleza y a la vida, como las nubes, el mar o las copas de los árboles se mecen con el viento. Se puede decir, en fin, que su método coreográfico era como una filosofía que se basaba en el convencimiento de que la danza ponía en contacto al individuo con la armonía de la naturaleza y del universo.

Desde este momento, la bailarina fue reclamada por todos los teatros europeos. Entró en contacto con el París de Rodin y de Bourdelle y con el Renacimiento italiano de Botticelli -cuya influencia será muy manifiesta posteriormente-. En 1902 por fin consiguió realizar el viaje de sus sueños, visitando Grecia, peregrinando a las fuentes del arte occidental. Incluso empezó a construir un templo dedicado a la danza en una colina cerca de Atenas, pero hubo de abandonar la empresa por falta de ingresos. En 1905, Isadora Duncan visitó San Petersburgo y fue invitada por la célebre diva rusa Anna Pavlova a visitar su estudio y a asistir a sus ensayos. Admirada contempló la norteamericana durante horas la estricta gimnasia que realizaba Pavlova, como si su cuerpo fuese de acero elástico, algo muy alejado de su propia concepción de la danza.

Conocida como "la ninfa", Isadora Duncan vivió rodeada de intelectuales y todo tipo de artistas, extasiados ante su belleza y su poder de seducción. La leyenda no tardó en comenzar y se empezó a hablar de una especie de maleficio que se abatía sobre aquellas personas a quienes amaba o la amaban. Así ocurrió con el polaco Ivan Miroski, consumido por unas fiebres poco después de separarse de Isadora. Además, siempre rodeaban sus relaciones extraños percances o desapariciones. E incluso la desgracia se cebó con sus propios hijos, cuando en 1913 se mataron en un accidente de coche. Muchas veces pensó la extraordinaria bailarina en quitarse la vida, sobre todo tras esta terrible pérdida, pero la disuadía la idea de que los niños de su escuela -fundada en 1904- la necesitaban.

Isadora simpatizó con la revolución social y política de la Unión Soviética y se instaló en Moscú a principios de los años veinte, afincamiento que duró poco. Siguieron los romances en esta época. Uno de los más sonados fue su matrimonio con el poeta ruso Serguéi Esenin, diecisiete años más joven que ella, locamente enamorado. Sin embargo, una crisis creativa lo llevó a una profunda apatía que sacó lo peor de él, volviéndose violento y alcohólico. En 1924 la pareja se divorció y el poeta se suicidó al año siguiente. Ella ya había abandonado la Unión Soviética, no sólo por su fracaso sentimental sino también porque las promesas del gobierno respecto a su trabajo -proyecto de una academia de Danza Futura- se vieron imposibilitadas por la negativa de algunos dirigentes, en un momento en que ya se empezaban a mostrar los primeros síntomas del sistema comunista soviético.

Cuando regresó a Europa, tampoco fueron ya bien acogidos sus proyectos, pues eran conocidas sus manifestaciones ateas, su actitud favorable a la revolución rusa, su práctica del amor libre, argumentos todos ellos que ponían en contra suya a la opinión pública occidental. Sus últimos recitales resultaron una profunda decepción, las salas la recibieron semivacías, frías, el público había comenzado a fallarle.

Sin duda, una vida tan poco común como la concepción de su arte: Isadora Duncan eligió ser madre soltera a principios del siglo XX, mantuvo relaciones sin complejos tanto con hombres como con mujeres, creó una nueva forma de danza alejada de las concepciones canónicas del momento y, finalmente, su trágica muerte -estrangulada por su propio chal en un accidente de tráfico, en el automóvil de un joven y guapo mecánico italiano- contribuyó a engrandecer la leyenda en torno a esta singular mujer.

CDR

jueves, 22 de noviembre de 2012

DÍA DE...

Como tenemos 365 días en el año, da para alojar numerosos motivos que marcan nuestro calendario. Aunque no nos enteremos de la mayoría de ellos, cada día es el día de... algo. Dígase la lepra, la no violencia, el cáncer, el trasplante, el riñón, la espina bífida, la voz, las familias, la mujer, el niño, la alimentación, los sin techo, la solidaridad con el pueblo palestino, África, etc.

Todas estas causas y otras muchas que se conmemoran son sin duda justas y dignas de tener un día a ellas dedicado. La lástima es que este hecho habla de la cantidad de problemas que quedan por resolver, la cantidad de colectivos que quedan por atender, la cantidad de cosas, en fin, que faltan por recordar en nuestra sociedad.

Qué maravilloso sería que todos los días fueran iguales, para todos los habitantes del mundo, sin importar su color de piel, su estatus social, su edad, su trabajo, su país, que todas las enfermedades se considerasen importantes, que todos los valores prevalecieran sobre las cosas inútiles y mezquinas...

Sería estupendo que no tuviésemos que recordar hoy la importancia del agua, mañana los derechos humanos, dentro de tres días a los inmigrantes y después el dolor, la solidaridad o al donante de sangre.

En nuestra ajetreada vida necesitamos que nos mencionen continuamente qué cosas son importantes. Porque si no, sumidos en nuestros problemas, somos ajenos por completo a aquello que no nos afecta.

¿Estoy, por tanto, en contra de los días de...? En realidad creo que sí. Pues tanto esos días empalagosos, comerciales, imitados, que detesto, como aquellos más cabales y justificados, parecen pequeñas gotas dosificadas de una medicina para hacernos inmunes a los grandes asuntos de este mundo actual nuestro. Los primeros porque embotan nuestro entendimiento haciéndonos creer que debemos comprar cosas, disfrazarnos, comer esto o lo otro. Los segundos, porque oímos en el noticiario "hoy es el día internacional para la tolerancia", por ejemplo, y acallamos nuestra conciencia con la música de fondo de la presentadora explicándolo en el breve tiempo de una cuña periodística. Mañana, será el día de otra cosa.

CDR  

miércoles, 21 de noviembre de 2012

CRISTALES DE COLORES

A veces veo la vida a través de un cristal color de rosa. Entonces todo parece fácil, el lado bueno de las cosas se muestra evidente y cercano, el camino parece accesible y mullido como una alfombra de terciopelo. Los inconvenientes se difuminan tiñendo mi alrededor de cálidos colores. Nada se me antoja imposible cuando tengo los ojos de vidrio rosado.

Mas, sin saber cómo, otros días el cristal de mi visión se torna oscuro, con tintes grises que cubren de sombras mis buenos presagios. Lo mismo que ayer resultaba sencillo y cómodo, hoy supone un escollo elevado. No sale el sol en estos días aunque no haya nubes cubriendo el cielo, pues los nimbos de la mente descargan siempre aunque afuera no llueva.

Si anhelo tener esperanza, me aferro al cristal verde de la vida. Aquel que presenta armonía y equilibrio, color de la naturaleza, de un espeso bosque verdecido. Necesito tranquilidad, olvidarme de todo y salir de la negrura de mis pensamientos. No es el color de los hospitales, es el tono del bienestar, la medicina espiritual para un ánimo dolorido. Crecer y expandirse significa el verde para mí.

Quizá debería probar otros cristales, a mirar el mundo por un vidrio azulado, intentar la frescura del cielo y del mar, sentir cómo fluye la inspiración desde las alturas o las profundidades. Azul dicen que es frío, también es el color de los amigos. Y el amarillo, pigmento olvidado, quisiera por él observar e impregnarme de su energía y creatividad. Ácido como los limones, atractivo, alegre y juvenil, no vendría mal un cristal gualdo para la vida.

O tal vez prefiera que un arcoíris cubra mis pupilas, cristales de colores que me impidan ver la maldad, pintar el egoísmo, maquillar la envidia, la cobardía, la intolerancia, la terquedad.

Cuesta cambiar el prisma del cristal con que se mira, depende de la situación, de la realidad que nos cobija, pero hay que afanarse por ampliar la gama de nuestra paleta de colores. Al menos yo no quiero ver en blanco y negro.



¡Cómo pinta el deseo los colores del iris en las nieblas de la vida!
(R. Tagore)







CDR





martes, 20 de noviembre de 2012

PALABRAS ENCENDIDAS (VI)

Hemos dejado pasar un tiempo para que el calor se fuese definitivamente y proseguir nuestro recorrido erótico-literario con temperaturas más agradables. No vendrá mal en estos días frescos y otoñales atemperar nuestro ánimo con las magníficas perlas que nos quedan aún por descubrir.

Retomamos el camino con el barón de Montesquieu (1689-1755), autor de las Cartas persas. Aunque tradicionalmente estas epístolas han sido consideradas una sátira política contra la Francia de la época, no es menos cierto que en ellas también se hace una reflexión sobre el estado de la mujer y su arraigado sometimiento al hombre. Anticipándose a los movimientos feministas de liberación de los siglos XIX y XX, Montesquieu toma partido por la libertad de la mujer. Su reivindicación de paridad entre el hombre y la mujer pasa por algo que resultaba sumamente escandaloso en la época, la igualdad sexual. Desde el punto de vista erótico, que aquí nos interesa, las Cartas persas manifiestan el influjo orientalista que por estos años inundaba Europa. Era reciente la traducción de Galland de Las mil y una noches y de ahí se asimilaban la sensualidad, el refinamiento y la voluptuosidad.
Usbek viaja a París dejando el serrallo en Ispahan al cuidado de su primer eunuco. El desarrollo de la acción se produce a través de las cartas que Usbek intercambia con diferentes personajes. Algunos pasajes morbosos de la obra de Montesquieu pasan por la cuestión sexual de los eunucos o los secretos del harén, pero quizá la historia más seductora es la que narra una cortesana  sobre el gobierno de un serrallo por el tiránico Ibrahin, que apuñala a Anais, una de sus concubinas. Antes del sangriento desenlace: "Tantos placeres solamente eran preludio de otros placeres más inefables. Lleváronla a su aposento, y habiéndola segunda vez desnudado, la metieron en una soberbia cama, donde la recibieron en sus brazos dos hombres de una hermosura sin par. Entonces sí que se embriagó en deleites que se dejaron muy atrás hasta sus más vivos deseos. Estoy fuera de mí, les decía, y creería que iba a morir si no estuviera cierta de mi inmortalidad. Ya es demasiado; dejadme, que no puedo bastar a la vehemencia de mis placeres." (El éxtasis en el paraíso).

Proseguimos con el caso de Pamela o La virtud recompensada, cuyo título no parece tener nada que ver con el erotismo. Sin embargo, en esta obra de Samuel Richardson (1689-1761) la protagonista, Pamela Andrews, pone tanto empeño en defender su inocencia que, paradójicamente, comienza a mostrarse ante el lector de un modo indecente, pues finalmente no es más que una hábil maquinadora cuyo propósito es encelar al conde de Belfart. Incluso finge el casamiento con uno de los criados del conde para enardecerlo. Su puritanismo inicial se va revelando como una estratagema. Además, la novela contiene un fondo de literatura gótica que refuerza su erotismo. Publicada en 1714, Pamela influyó decisivamente en la literatura amorosa posterior.

Por otra parte, en el Cándido de Voltaire (1694-1778) el erotismo se mezcla con la ciencia y la filosofía de la época de una forma excepcional. Encontramos pasajes en que se alude a lo sexual a través del humanismo, impregnado del inevitable humor del trasunto, pero también existen momentos en que el erotismo volteriano cobra tintes amargos, desprendiendo una crítica a la perversión humana. Para Voltaire no existe el amor puro, hay algo de suciedad rabelesiana en el erotismo que recorre su obra. La unión amorosa se produce siempre por una lascivia desenfrenada o por efecto del dinero. Y ni siquiera el inocente Cándido está libre de tal lacra. Un ejemplo de la visión más amable y humorística: "Se encontró con Cándido al volver al castillo, y se sonrojó; Cándido también se sonrojó; le dio los buenos días con voz entrecortada, y Cándido le habló sin saber lo que decía. Al día siguiente, después de cenar, al levantarse todos de la mesa, Cunegunda y Cándido se encontraron detrás de un biombo; Cunegunda dejó caer el pañuelo, Cándido lo recogió; le cogió inocentemente la mano; el joven besó inocentemente la mano de la joven con presteza, una sensibilidad, una gracia particular; sus bocas se encontraron, sus ojos se inflamaron, sus rodillas temblaron, sus manos se perdieron." (El aprendizaje de Cunegunda).

En el siglo XVIII, como vemos, el erotismo tiene una rama libertina y otra filosófica o analítica. Henry Fielding (1707-1754), con su Tom Jones, es representante de la segunda corriente: no le interesa el vicio, sino las pasiones humanas que conducen a él. Aunque el novelista hace gala de un casto pudor en su obra, al querer detallar al máximo los movimientos del alma humana, no le queda más remedio que adentrarse en lo escabroso, si bien lo hace de una manera circunstancial y un tanto elíptica. Los personajes principales de esta novela forman parte de una densa atmósfera erótica: Tom Jones, un expósito que ha crecido en compañía de Blifil, el sobrino y legítimo heredero de Mr. Allworthy, su tutor. Blifil se promete con Sophia, hija del rico hacendado Mr. Western, pero esta se halla enamorada de Tom y huye para no tener que casarse con su prometido. Sophia se refugia en casa de su prima lady Bellaston, con la que Tom ha tenido una aventura y que, celosa, trata de frustrar el amor entre ambos. En el siguiente pasaje vemos cómo lady Bellaston manipula a uno de los pretendientes de Sophia para que la viole y así, perdida su honra, tenga que casarse con él y no pueda estar con Tom: "La siguiente noche, a las siete, fue la decidida para estos funestos designios, ocupándose en que Sophia se encontrase sola y que el lord fuese introducido a su presencia. La mayor parte de los sirvientes, por diversos pretextos, fueron enviados fuera de la casa, y de la señora Honour, que para evitar recelos había de consentir en que permaneciese junto a su señora hasta que llegase el lord, se ocuparía la propia lady Bellaston, entreteniéndola en una estancia, lo más alejada posible del lugar en el que el meditado desaguisado había de tener lugar, y a donde la voz de Sophia no podía llegar."

Llegamos, por último, a Los dijes indiscretos, de Denis Diderot (1713-1784), una deliciosa obra llena de lucidez, humor y erotismo, claro. El punto de partida de esta original obra es el cuento fantástico, si bien el autor subvierte su pretendido sentido didáctico. Mangogul, el sultán del Congo, convoca al genio Cucufa para combatir el aburrimiento y este le entrega un anillo de plata que hace hablar los dijes de las mujeres. Diderot juega -y así se aprecia en la genial traducción de Juan Furió, 1911- con el doble sentido de la palabra "dije", como joya y como forma verbal de decir. Mangogul no tarda en hacer funcionar el anillo, de modo que las mujeres pronto comienzan a revelar sus secretos. El gran acierto de Diderot es despertar una sensual hilaridad en el lector por medio de la delicadeza y el respeto con que trata el tema. Aunque La religiosa es considerada la obra más provocativa de este autor, no cabe duda de que la que nos ocupa la supera por su fantasía, su humor y su desbordante sensualidad. Veamos un ejemplo: "El sultán aprovechó la ocasión para conocer algunas particularidades de la vida de aquellas jóvenes. Su anillo interrogó al dije de una reclusa llamada Cleantis, el cual, aunque virginal, confesó dos jardineros, un bramín y tres caballeros; contando además cómo gracias a cierta medicina y a dos sangrías, había logrado evitar el escándalo. Zefirina confesó por el órgano de su dije que debía a un mandadero de la casa el honroso título de madre. Mas lo que extrañó al sultán fue que, no obstante expresarse aquellos dijes secuestrados en los términos más indecentes, las vírgenes a quienes pertenecían los escuchaban sin ruborizarse, lo cual le hizo pensar que si en tales retiros faltaba el ejercicio, abundaba en cambio la especulación."

Quedamos así a la espera de la próxima entrega, avanzando en el XVIII, que no por siglo ilustrado, exento de erotismo.

CDR 

lunes, 19 de noviembre de 2012

LA EXTRAÑA PAREJA

De larga y acreditada tradición es el trato que mantienen cine y literatura, literatura y cine. Difícil explicar si una influye más en otro, o viceversa. Polémico tema sobre el que habría mucho que hablar. Es indudable la existencia de trasvases culturales –de la poesía a la escultura, de la pintura a la poesía, de la música a la novela… y, por supuesto, de la literatura al cine‒, creando una verdadera telaraña de influencias artísticas.

Todos conocemos las versiones cinematográficas de El tercer hombre, El nombre de la rosa, Tirano Banderas o El gran Gatsby, por nombrar solo algunas. Y, ¿conocen películas basadas en relatos cortos? También las hay, adaptaciones de historias de Agatha Christie, Stephen King, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe.

Pues para ahondar en este extraordinario mundo, les recomiendo un libro delicioso, Cuentos de cine (Asociación Cultural Mucho Cuento, 2010). Como una pequeña joya, en él encontrarán cuentos inspirados en películas. Si el relato, en su brevedad, debe obtener una perfecta conjunción entre la palabra y la imagen que evoca, estos dieciocho la consiguen. Desde el homenaje al reconocido guionista Rafael Azcona, en La llamada, a propósito de la película Ana y los lobos, hasta Los Goonies en el planeta desconocido, recordando aquel filme ochentero que marcó la adolescencia de una generación, esta acertada antología viene a confirmar esa fascinante relación entre ambos géneros, dispares, pero que, al fin, buscan transmitir sentimientos y mover emociones.

CDR

viernes, 16 de noviembre de 2012

DE VIAJE

Los viajes siempre son algo emocionante. Te sacan de la rutina diaria, llenos de expectativas, dispuestos a aportar nuevas vivencias.

Preparar un viaje, aunque sea de pocos días, conlleva un verdadero un ritual; ahí comienza todo. Pensar qué llevarás y qué no puedes permitirte llevar, organizar, planear, imaginar. Además, los días previos nos dedicamos a consultar el pronóstico del tiempo cada media hora, sobre todo si se prevee adverso, por si acaso hay cambios que nos beneficien. Si no, finalmente echamos el paraguas a la maleta y nos hacemos a la idea de que un chaparrón no aguará nuestra ilusión.

En general, no viajamos tanto como quisiéramos, pero conservamos el espíritu viajero intacto, a la espera de la ocasión.

Como dijo Jardiel Poncela: "Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia."

Por eso, viajar siempre que sea posible. Es otra fuente de enriquecimiento.

CDR

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL ESFUERZO

Hoy he tenido oportunidad de escuchar en la radio una entrevista con la doctora Mara Dierssen, neurobióloga cántabra de padre alemán. No tenía ni idea de su existencia, por supuesto, y la neurociencia no es uno de mis temas favoritos, ni siquiera poseo la más mínima noción sobre el mismo. Sin embargo, esta mujer, que está acostumbrada a trabajar en los laboratorios, ha demostrado un gran don de palabra, así como una magnífica capacidad divulgativa.

Sus investigaciones neuronales enfocadas a las personas con síndrome de Down revelan que el cerebro es un músculo plástico, sujeto a cambios y que puede ampliar su capacidad intelectual con los incentivos y estímulos necesarios. De tal manera que los afectados por este síndrome pueden integrarse en la sociedad y relacionarse normalmente. La clave está en el esfuerzo, en el aprendizaje continuo, en hacerlos partícipes. Invalidadas quedan estrategias como el aislamiento, ya que estos cerebros, que según la doctora simplemente tienen un sistema de frenado muy potente que les impide avanzar con normalidad, pueden expandirse y crecer.

Pero las neuronas funcionan igual en todos los cerebros y, según Dierssen, en la sociedad actual corremos el riesgo de que la falta de entrenamiento mental nos pase factura en el futuro. El uso abusivo de las nuevas tecnologías, permanecer horas delante del televisor... derivará en un mayor número de casos de demencia senil y alzhéimer. Afirma la doctora que lo que no nos cuesta esfuerzo no deja huella en nuestro cerebro y, por tanto, no nos supone un aprendizaje. El ejemplo que ha puesto, por cierto, me ha entusiasmado, pues en un tiempo en que el latín pende de un hilo en la enseñanza pública, esta mujer de ciencias ha explicado que la disciplina que requiere aprender esa lengua, con su sistema de declinaciones, es un aprendizaje maravilloso y un enriquecimiento de por vida para los adolescentes.

Me parecía estar escuchándome explicándoles a mis alumnos para qué puede servirles la sintaxis, pongamos por caso, en esta realidad tecnológica, vibrante y práctica. Para ordenar vuestros esquemas mentales, para que asimiléis la estructura de la lengua y eso os ayude a comprender lo que leéis, a mejorar vuestra expresión. Recordaba las numerosas ocasiones en que he intentado persuadirles para que dieran su opinión crítica sobre un tema, motivarles a que no recurran siempre a la ley del mínimo esfuerzo.

Cuando conseguimos algo con trabajo, decimos qué suerte, y es al contrario, asevera la investigadora. Desde el punto de vista neurológico, el aprendizaje es lo que te permite avanzar, el esfuerzo es lo que mantiene activo nuestro cerebro.

Mara Dierssen ha grabado un disco con algunos colegas para poder seguir financiando sus iniciativas con los beneficios. Ella se lo toma con humor, pero es una verdadera pena que un país que pretende progresar deje de invertir en investigación.

CDR