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jueves, 13 de septiembre de 2012

LEYES

Lo malo que tienen las leyes es que las crean los hombres. Por tanto, no son objetivas y están sujetas a modificaciones según el legislador de turno, lo cual a veces da lugar a paradojas. Porque si una cosa hoy está prohibida, ¿puede mañana ser legal? Sí, todo es posible.

Un ejemplo. Despejada ya la incógnita de dónde se ubicará el maravilloso proyecto Euro Vegas que creará miles de empleos, ahora nos queda el aspecto legal. Sobre esto nos ilustró hace unos días la señora presidenta de la Comunidad de Madrid, diciendo que se cambiaría lo que fuese necesario cambiar para que el complejo lúdico no supusiese problemas legales. Es decir, no se va ajustar el macrocasino a la legislación vigente en nuestro país, sino que lo que actualmente es ilícito estará después autorizado en aras de un dudoso plan de recuperación económica. Ya no es sólo que, una vez más, España ceda a condiciones extranjeras (si una empresa española se asienta en otro país, ¿impone sus propios requisitos?), sino además que se incurre en una falta de moral y ética importante al variar las leyes que supuestamente iban en consonancia con la justicia y por el bien de los ciudadanos, imagino que por eso estarían aprobadas.

Otro ejemplo. Afortunadamente esto no pasa sólo en España, lo de cambiar leyes digo -lo de bajarse los pantalones ya es más autóctono-, porque en Argentina también ocurre. La elegante Cristina Fernández de Kirchner anunciaba anteayer su propósito de modificar el reglamento actual para que los jóvenes puedan votar a partir de los dieciséis años. La poderosa razón de este cambio es que están en juego dos millones de votos de ese sector de la población. Si hasta ahora no se había votado a esta edad sería porque se consideraba todavía incapaces a los adolescentes de discernir entre las diferentes opciones. De la noche a la mañana resulta que sí lo son.

No es que me parezca mal que se cambien las leyes si es preciso, efectivamente éstas deben adaptarse a la realidad y a las necesidades de cada momento -siempre en pro de la igualdad, la justicia y el beneficio de los gobernados-, ni me manifiesto en contra de Euro Vegas, ni digo que los jóvenes no sean aptos para elegir a sus representantes. Esta entrada no va de eso; se trata de que resulta lamentable que nuestros (sus, los) políticos aprueben y desaprueben leyes a su antojo sin más motivos que electoralistas, pecuniarios u otros de esa misma índole inmoral.

CDR

3 comentarios:

  1. Y si no existieran las leyes, y nos moviéramos por los sentimientos, ¿qué utopía, verdad?
    Pero bien está que reflexionemos sobre aquello que concierne al ser humano, y cuestionemos aquello que está bien o mal.
    Pmd.

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  2. Yo SÍ me maniesto en contra de Euro Vegas. Sin lugar a dudas hay una serie de intereses económicos y políticos que algún día pagaremos, lo mismo que hoy estamos pagando errores y despilfarros anteriores.
    Tati.

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    1. YO TAMBIÉN ESTOY EN CONTRA DE EURO VEGAS. Lo que quería decir es que esta entrada no va de eso, sino de la mezquindad (una vez más) de los políticos, que hacen y deshacen según su conveniencia.

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