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martes, 25 de diciembre de 2012

CAPRICHOS

Un capricho es una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original.

Si una persona, animal o cosa es objeto de tal determinación, también se denomina capricho.

En el ámbito del arte, un capricho es una obra en que el ingenio o la fantasía rompen la observancia de las reglas.

En música, una pieza compuesta de forma libre y fantasiosa es un capricho.

Todo esto, etimológicamente hablando, porque en el lenguaje común, un capricho es una voluntad veleidosa, momentánea, de algo normalmente innecesario o prescindible. No están los tiempos para muchos caprichos.

Sin embargo, en estos días, más allá de las desaforadas campañas comerciales, todos podemos concedernos algunos caprichos:

Olvidarnos del despertador y quedarnos un rato más en la cama.

Darnos un baño espumoso de agua caliente.

Tomar unas castañas asadas en la lumbre.

Disfrutar de la familia y de los amigos.

Leer un buen libro arropados con una manta en el sofá.

Respirar el helor nocturno, contemplar las estrellas y admirar la luna.

(...)

Encontrarnos con nosotros mismos y descubrir las pequeñas cosas que no valen dinero y dan verdadero sentido a la vida.

CDR

3 comentarios:

  1. Me quedo con el último pensamiento, porque encontar (nos) y descubrir las pequeñas cosas, no tiene precio alguno.
    Pmd.

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  2. Y yo, haga comentarios o no, tengo el capricho diario de entrar en tu página y pasearme por tus palabras.

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  3. A mí me gustaría darme algunos caprichos, no tienen nada que ver con la cuestión monetaria, sólo son pequeños deseos, pero la prudencia me frena.
    Tati.

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