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sábado, 8 de diciembre de 2012

GENTE PARA TODO

El mundo está lleno de personas; a esa pluralidad se le llama gente. Como habemos tantos, se nos suele dividir en clases que se distinguen en la sociedad: gente del pueblo, gente rica... mala gente. En un contexto más familiar, usamos esta denominación para referirnos a nuestra familia: ¿Cómo está tu gente?

Los que ocupan una posición social y económica elevada son considerados gente bien (no confundir con gente de bien). Gente gorda se llama a la importante o de buena posición. Tienen tanto que hasta varios nombres, ya ven.

Si resulta ser gente pendenciera se utiliza la expresión coloquial gente del bronce.

El latinismo gente non sancta se usa para las personas de mal vivir. También se les conoce como gente perdida.

Aquellos que se dedican a la compraventa de ganado en las ferias son gente del trato.

Mientras que los que están en casa con el culo pegado a la silla y tienen como único ejercicio escribir son gente de pluma.

Y bien sabido es que la gente menuda son los niños.

(...)

En fin, que hay gente para todo, literalmente. En esto pensaba hoy mientras veía el noticiario a medio día, porque a la información sobre el aumento de las colas en los establecimientos de caridad -cada día son más aquellos que deben elegir entre comer o pagar la hipoteca- y en las oficinas del paro -casi cinco millones ya-, le seguían noticias sobre el colapso en las estaciones de esquí, los atascos en las carreteras y la ocupación hotelera.

País de contrastes. Desequilibrio del mundo. Gente para todo.

CDR

2 comentarios:

  1. Triste realidad. También yo vi la noticia, se me encongió el corazón cuando, un hombre de mediana edad, con lágrimas en los ojos, tenía que optar por ir a comer allí para poder pagar la hipoteca.
    Otros, deslizándose sobre la nieve, se quejaban de que hacía mucho aire para poder esquiar.
    Desde luego, país de contrastes, cada vez más pronunciados, por desgracia.
    Tati.

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